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Daniel Esteve | Volver

Actos de la presentación del libro

Daniel Esteve, El hombre y la montaña

En Petrer en Elda


Lección magistral de Daniel Esteve sobre montañismo, por Octavio José López Lorente publicado en Valle de Elda el 21/12/07

Entrevista a Daniel Esteve y a Juan Manuel Maestre en TV Intercomarcal

Nota de prensa en VIvirdigital

Nota de prensa en el diario Información de Alicante (edición digital)

 

Como estaba previsto, el día 14 de diciembre en el Salón de Actos de Caixapetrer, tuvo lugar la presentación del libro, Daniel Esteve, El Hombre y la Montaña.
Dicho acto, además de Juan Manuel Maestre y Daniel Esteve, autor y biografiado respectivamente, contó con la presencia, de D. Pascual Díaz, Alcalde de Petrer, y de D. José Miguel Payá Poveda, Concejal de Cultura de Petrer. También contó con la asistencia de numeroso público y amigos que quisieron acompañar a Daniel Esteve y a Juan Manuel Maestre, (discurso de Maestre) que emocionados, hicieron un repaso de lo que ha sido su vida montañera en común, no en vano, ambos se consideran padre e hijo en la montaña. También y aprovechando la ocasión, hicieron públicas algunas de sus reivindicaciones, como son, el respeto por la naturaleza y en concreto por las sendas y caminos que rodean nuestro valle y que tan deteriorados se encuentran. Y la posibilidad de que nuestras autoridades se planteen de una vez por todas la unión administrativa de las dos poblaciones (Petrer y Elda), ya que físicamente se encuentran unidas y no hay nada que a cualquier visitante de fuera le pueda indicar dónde acaba Petrer y dónde empieza Elda o viceversa.

A continuación del acto de presentación, hubo un vino de honor y la firma de libros por parte de ambos.


Juan Manuel Maestre y Daniel Esteve

De izquierda a derecha: Juan Manuel Maestre, Daniel Esteve, Pascual Díaz (Alcalde de Petrer) y José Miguel Payá Poveda, Concejal de Cultura de Petrer

Detalle del decorado

Finalizado el acto, ambos firmaron y dedicaron libros

 

Al día siguiente y en el Salón Noble del Casino Eldense, se celebró un acto muy emotivo, en palabras de Daniel Esteve "tantas emociones juntas no pueden ser buenas a mi edad"

Asistieron al acto, como no podía ser de otro modo, los protagonistas, Daniel Esteve y Juan Manuel Maestre, (discurso de Maestre) acompañados en la mesa por la Directora de la Caja del Mediterraneo, el Presidente de Caixa Petrer, el Concejal de Cultura de Petrer, D. José Miguel Payá Poveda, el Concejal de Cultura de Elda, D. José Francisco Mateos Gras.

Don Roberto Valero, Presidente del Casino Eldense, dio la bienvenida a todos e hizo entrega de la Medalla de dicha entidad a Daniel Esteve

 

Juan Manuel Maestre Carbonell, como buen orador que ha demostrado ser, hizo un discurso completamente distinto al de Petrer, no exento de críticas a la administración por la forma de gestionar nuestros parajes naturales. Asimismo ensalzó la figura de Daniel Esteve y agradeció a todos en general la asistencia al acto.

Dando paso a asociaciones y particulares que quisieron sumarse al acto. Asociaciones como AMFI (Asociación de Minusválidos Físicos Intercomarcal) de la que Daniel Esteve es Socio de Honor.

 

Andrés Molina, Presidente de AMFI y Daniel Tercero, Tesorero de la Asociación, hicieron entrega a Daniel Esteve, de un trofeo en agradecimiento a su labor sincera y desinteresada por este colectivo

 

Juan Vicente Valero, Presidente del Club Alpino Eldense, le dedicó unas palabras y le hizo entrega de la Medalla de Plata del Alpino

Rogelio García, Presidente del Centro Excursionista Eldense, le agradeció todo el trabajo realizado por Daniel en esta sociedad y a su vez le hizo entrega de un cuadro

 

Sierras, amigo y compañero de Daniel en el Centro Excursionista Eldense, le hizo entrega de un dibujo de la casa de Rabosa

D. José Francisco Mateos Gras, Concejal de Cultura de Elda, le hizo entrega en nombre del Ayuntamiento eldense de una placa para la calle que próximamente llevará el nombre de Daniel Esteve.


La placa realizada en el taller de cerámica de AMFI es obra de la artista eldense Candy López

 

El Doctor Jaled Arab, autor del libro "Reflexiones de un árabe laico" y amigo personal de Daniel Esteve, no quiso perderse este acto y dedicó unas palabras de reconocimiento a la persona de Daniel.

 

El numeroso público asistente al acto, unas veces escuchando en silencio y otras aplaudiendo, pero en todo momento emocionados.

Una vez finalizado el acto de presentación los autores firmaron libros y obsequiaron a los asistentes con un vino de honor

 

Presentación del Libro Daniel Esteve – Petrer


Bona nit. Dones i homes. Autoritats, amigs…

Lo primé es agriar la col.laborasíó de cuantes persones han fet posible el miracle de aquest llibre.

A la meua filla Yolanda, a Pedro Civera, a Pablo Martínez. A Visent Olmos qui a interpretat aquestes tapes que simplement nós han encantat molt. Se li nota que amunt de sé un bon retrataór y fotograf, a les hores es tamé artista y per si fora poc, ara tamé en te ficat dins el vici, de la muntanya.
Tamé vulg agrair a Aurora Pérez Moneo, quí ha prologat aquets treball. A les rejiduries de cultura dels ajuntaments de Elda i de Petré. A la Caixa d’estalvis del mediterraní y com no, aquesta entitad de Caixapetrer que esta nit mos está acollín.

Permítanme que hable ahora en castellano, por ser esta la lengua en la que mejor podré expresar mis ideas, pero sobre todo por respeto a un valenciano, que no domino tanto como yo quisiera y al que reverencio por ser vuestra lengua materna y también la mía.
Agradezco a José Miguel Payá y a José Francisco Mateos, ambos Concejales de los respectivos Ayuntamientos de Petrer y de Elda, cuyas presentaciones en este libro merecen sumar otro nuevo agradecimiento, y como no, a Vicente Maestre, Director de Caixapetrer, de quien no descubriré nada nuevo, si digo que es de esa clase de personas a las que no te acojona entrar en su despacho, pues siempre se adelanta con las manos tendidas y siempre tiene un gesto amable. Gracias Vicente. A José Maria Beltrán, Presidente de la entidad, le agradezco muy sinceramente sus palabras en la rueda de prensa, que me sorprendieron por el grado de eficacia de vuestro servicio de información y redacción. Sin duda Víctor Santos es una buenísima apuesta de esta casa, que hoy pones a nuestra disposición y que con sinceridad, José María, Te agradezco.

Escribe José Miguel Payá en la presentación del libro cosas muy bonitas sobre Daniel y sobre mí que agradecemos, pues desde luego, ni Daniel ni yo hemos hecho caso nunca del lamentable comentario del afamado geógrafo Antonio Cavanilles.
Personalmente tampoco comparto la opinión de Cavanilles, sobre las relaciones entre los habitantes de Elda y de Petrer ni el tratamiento que le dio a nuestra comarca, y más bien creo que fue uno de los primeros valencianos que vinieron a ningunear nuestros valles, llegando a afirmar, poco más o menos que en la olla de Castalla acababa el país valenciano.

Aquellos comentarios, que parece mentira que fueran escritos por un sacerdote, seguimos escuchándolos y leyéndolos todavía en la prensa demostrando no sólo lo superficial que era Cavanilles; también las mentes aborregadas que fue dejando tras sus lecturas.
Como algunos estaréis escandalizados con lo dicho por este cagaldero, que también se siente petrerí, por lo menos, cuando alguien tenga la tentación de maldecir sobre mi procedencia, que sepa que personalmente hace años que enterré bajo tierra (pero de verdad) la acequia fronteriza que separa a estos municipios, pues querámoslo o no, poco a poco Elda y Petrer van estrechando sus lazos y yo me siento tan de Petrer, siendo de Elda, como Daniel, eldense, siendo Petrerí.

Os aseguro que desde fuera ya nos ven así. Mirad… Voy a contaros un encuentro que no hace más de un mes tuve en la Sierra de Mariola.

Iba con mis amigos, que indistintamente son de Elda y de Petrer, cuando cerca de la cumbre de La Blasca, nos encontramos a un buscador de setas, y pasa lo corriente en estos casos. Como el hombre sacaba los robellones, o esclatasags debajo de la tierra por donde acabábamos de pasar sin verlos, alguien le preguntó:

__ ¿De dónde eres tío, que parece que sepas donde están las setas?
__ De Onil ___nos contesta y a su vez pregunta__ ¿Y vosotros?
__ De Elda __dijo una. ¡Ehhh y de Petrer contestó otro (que era Pepe Iborra, que aquí está para confirmarlo). Y va el de Onil y dice
__ Bueno es lo mismo ¿NO?

Y aunque entre risas y las clásicas bromas del rabo, (Que por cierto nunca supe quienes lo tienen realmente) pues cada gentilicio se lo atribuye al contrario. Todos convinimos que realmente ya se nos ve así; y será digo yo, porque cada vez nos parecemos más. En muchos casos nuestra propia familia o nuestros mejores amigos, están al otro lado de esa acequia, que algún día veremos desenterrar y destruir definitivamente como el símbolo de algo simplemente físico que nos separó durante siglos, pero sólo superficialmente.

Se puede pensar distinto, defender los colores de un club distinto e incluso vivir en la otra parte del globo y sin embargo tener una misma concepción de la vida, la ética y el deporte. Se puede. Y es más se debe. El ser humano no debe ser un borrego al que le tengan que decir cuál es su forma de pensar ni a dónde debe ir aunque se empeñen en hacernos corralitos para pasar el día y nos llenen de pintura los senderos por donde tenemos que andar. ¡Que ésa es otra!

A esas alturas notaréis que no estoy hablando del libro y os diré por qué, pues porque yo sólo he puesto en orden algunos de los documentos, artículos, relatos y cartas que Daniel ha ido escribiendo a lo largo de toda una vida dedicada a la montaña y al montañismo y es realmente él quien puede contaros lo esencial del mismo, habiéndome limitado yo a reunir todas estos pedazos de una vida dedicada al monte y al montañismo. El contenido está perfectamente detallado en un extenso índice que hace muy fácil ir saltando entre sus páginas y buscar aquellos artículos que más nos atraigan. Anécdotas y pasajes como aquél en el fue Daniel al Mulhacén con un grupo de montañeros de Petrer: Taylor, Antoñín y otros que veréis en la fotografía y resultó que el guía que les llevaba era un cura, que paró el grupo en mitad del camino, se colocó la casulla, abrió la mochila en dos, que resultó ser un altar y se puso el tío a dar misa en la laguna de Río Seco, a los pies de la cima más alta de la península. Cuando dijo aquello de “podéis ir con Dios”, los de Petrer y el de Elda subieron hasta la cima donde a buen seguro no se podía estar más cerca.

O aquella vez que fueron a buscar un barbero en el pirineo y como el hombre estaba trabajando en la construcción de la presa de Cavallers, cuando le encontraron como tenía el pluriempleo de barrenero, estaba fumándose un puro sentado encima de las cajas de dinamita.

Se les pusieron los pelos tan de punta, que no hizo falta el jabón de afeitar.

Os aseguro que hallaréis mucha sustancia histórica y montañera, pasajes, que a los mayores os harán recordar los inicios del montañismo en la comarca y a los jóvenes, además de divertido, os hará pensar. Y pensar es bueno, si uno quiere llegar a ser algo en el montañismo serio y deportivo.

Seguro que se sorprenderá el lector de encontrar en este libro, cuyos relatos transcurren a mediados del pasado siglo, hechos y situaciones similares a las que ocurren hoy: Jardineros de la montaña, arreglasenderos ridículos, pintamontes, afrancesamiento de costumbres en lugar del respeto a los senderos heredados de nuestros antepasados… de nuestra tradición y nuestras costumbres. Ridículos y enrevesados galimatías extraterrestres PRV, GRV etc. Vividores sacaperras, peseteros… Comerciantes que ya arrojó Daniel del templo de la montaña, hace casi cincuenta años, pero que otra vez están aquí aunque sus caras sean otras, al igual que las mercancías, que venden, aprovechándose de la propia administración que les atiende creyéndoles el mismo honor y dedicación que han tenido siempre los montañeros. Sí, porque este libro espero que también haga pensar a los políticos, preocupados por su tierra y sepan distinguir donde acaba el bien común del territorio y donde el negocio privado y personal de los individuos y las empresas, que los proponen.

Hombres como Daniel siguen siendo necesarios para que la herencia que dejemos a nuestros hijos, se parezca lo más posible a la que tuvimos la suerte de heredar de nuestros padres.

Yo espero que se perdone esta especie de atrevimiento, al salirme estrictamente de los cánones, en la presentación de un libro. Escribir es ahora la pasión de mi vida, pero amigos, antes que eso yo soy montañero.

Y como tal, ruego a todos los que tengan poder de decisión que no se siga con este ridículo invento francés de pintar los montes. Que se vuelva a nuestros cairs, a nuestros mojones de piedra. Los de nuestros antepasados, que todos hemos cuidado siempre sin coste alguno. Así continúa siendo en cualquier parte del globo, desde las tierras yermas del cabo norte, a los bosques de Notofagus de la Patagonia Austral, nadie usa pinturas, sólo los tontos del bote. Pido que se abandonen los absurdos nombres en clave, para que el camino del Cid, siga siendo por siempre el camino del CID, y no el PR.V-36 y el sendero de Mirabuenos, siga siendo el sendero de Mirabuenos no el PR.V-6.1 ¿Qué bonito, verdad? EL SENDERO DE MIRABUENOS. Estaréis de acuerdo en que no hay color. Lo nuestro, es mucho mejor. Y finalmente que el dinero que las administraciones inyectan a bolsillos de empresas privadas que se reviertan en las sociedades montañeras, en escuelas y en entidades transparentes sin ánimo de lucro, para que se inicie, pero de una vez por todas la educación medioambiental de nuestros niños y jóvenes; todo ello, reitero, una vez visto el fracaso de las políticas medioambientales seguidas hasta ahora, que sólo han servido para destrozar nuestros senderos y enriquecer egoístas bolsillos.

Basta ya de regular, adecuar, consensuar, reconducir, discutir, establecer, acondicionar, reservar, dimensionar o re-dimensionar, construir o reconstruir, divagar, reconvertir, adaptar. Pero sobre todo: Basta ya de prohibir.

Ya es la hora de educar.

Sobre el libro, a Daniel le corresponde ahora hablar, por que él fue siempre el auténtico personaje; el galán en la historia de su propia vida. La estrella que llamó mi atención y colmó mis ganas de saber y de escribir. El y no yo, es hoy y aquí el auténtico autor y protagonista.

Daniel: Nuestra es la suerte de disfrutar hoy de tu presencia y tuya… tuya es ahora la palabra.

Juan Manuel Maestre


Presentación del Libro Daniel Esteve – ELDA


Lo primero es agradecer la colaboración de cuantos han hecho posible el milagro de un nuevo libro: A mi hija Yolanda y a Pedro Civera, en las correcciones de texto, a Pablo Martínez por doblegar mi ignorancia y de paso a mi ordenador, y lo que es más difícil a los dos a la vez, a Vicente Olmos, que ha interpretado una portada que simplemente, a Daniel y a mí, nos encanta. Se nota que además de buen fotógrafo y artista componedor, le corre por el cuerpo el gusanillo de la montaña. También a Aurora Pérez, a quien su humildad y timidez le impide estar en esta mesa como prologuista del libro que es. Por supuesto a los Ayuntamientos de Elda y de Petrer. A la Caja de Crédito de Petrer y a la CAM, pero sabéis que si las empresas y los organismos dan el di-nero, son a las personas a las que realmente valoro por su trato cercano, que siempre he creído sincero. Por ello de verdad lo agradezco a José Miguel Payá y a José Francisco Mateos, ambos Concejales de los respectivos Ayuntamientos cuyas presentaciones en este libro se merecen, por mi parte, sumar otro nuevo agradecimiento, y como no a Vicente Maestre, Director de Caixapetrer, quien siempre me recibe con algo que es ya como un slogan en la entidad, cuando me dice aquello de “Caixapetrer estará siempre con la gente que trabaja” Vicente, será mejor que no sepas que ya estoy prejubilado, pues recibiéndome así de bien, que sepas que yo volveré. Lo mismo le digo a José María Beltrán, presidente de la entidad, cuyos conocimientos montañeros me han sorprendido. A Fini Mari Díaz Carrión, Directora de la CAM, la he conocido con motivo de esta edición y le agradezco el esfuerzo personal realizado y su simpatía y amabilidad. Creo que todos los implicados han entendido desde el principio mi interés por que este trabajo, fuera igualmente suyo. Por último a este Casino Eldense que una vez más nos acoge a los montañeros.

A muchos autores les cuesta hablar de su libro. A mí me cuesta, pero este no es el caso, pues aquí el verdadero autor de los textos es Daniel Esteve, habiéndome limitado yo simplemente, a seleccionar y desarrollar el orden de los artículos, cartas, comentarios y diarios del extraordinario archivo, del que Daniel me hizo un día depositario. Datos que consideré esenciales para llevar al lector por el recorrido que propongo sobre la vida montañera de Daniel Esteve y descubrir, como lo hice yo, que estaba fuertemente ligada al montañismo local y regional. Mucho más de lo que la gente ha sabido nunca, a causa de la sencillez del personaje.

Leeré pequeñas pinceladas del libro y entenderéis porqué dejé aparcados mis propios intentos literarios para irme a vivir (casi literalmente) durante más de un año entre sus archivos. Veréis. El que sigue es un párrafo extraído del diario de aquella pirenaica y pionera expedición eldense. Nada más comenzar el relato, dice así:


Está amaneciendo y el día se presenta espléndido, hace un poco de fresco cuando el camión se pone en marcha hacia La Encina. El trayecto recuerda aquellos viajes en guerra sentados en el fondo del camión y rodeado de mochilas, parece ser un traslado militar, hasta las bromas que se hacen tienen cierto regusto a milicia.


Luego prosigue:


“El espíritu es excelente y se hacen muy buenos proyectos para esta excursión. Almorzamos en la cantina, y el centro es Rafael que, como quien no quiere, se come un conejo frito… a fuerza de pan.

Aquí sólo apostillar que quienes tuvimos la suerte de conocer a Rafael Vecher, no podemos dudar de la indudable veracidad que rebosa el texto. ¿A que no?

Me emocionó el primer contacto con la alta montaña, sentimiento que ha seguido invariable a lo lago del tiempo, que Daniel relata, y que estoy seguro conocemos todos los montañeros presentes. Acababa de llegar la expedición al Pirineo Catalán y él escribe:

Nuestro primer día es más bien de preparación. No nos encontramos muy bien, la altura hace que la cabeza la tenga embotada, el pulso me va aprisa, tengo pocas ganas de hacer nada, parece como si estuviera convaleciente de una enfermedad.

Días después describe:

El aire es frío y fuerte. Vengo cansado, las piernas un poco resentidas pero la respiración regular y acompasada, lo mismo que los latidos del corazón. En las marchas he comprobado que el éxito está en acompasar el paso a la respiración y regularizado éste puede estarse marchando, sea cual fuere el terreno, horas y horas sin cansancio. El hierro de la mochila se me clava en la espalda y me dificulta la circulación sanguínea, las nalgas las tengo casi insensibles por esta razón. Pienso descansar unos instante, pero el viento fuerte y frío que allí reina me obliga a continuar. Al iniciar el descenso compruebo que la presión del hierro en la espalda desaparece y siento un extraordinario alivio, ya no importa continuar y alegremente desciendo.


Seguro que aquí somos varios que también sufrimos aquellas mochilas de armazón triangular de hierro ¿A que sí? ¡Cuánto me gustaría haber conservado aunque fuera sólo una! Hay más referencias sobre aquel viaje que también me hicieron sonreír, veréis. Escribe Daniel:

…acompaño a Pascual en busca de un barbero (si es que lo quieren afeitar con esas barbas), y al propio tiempo recorremos todas estas instalaciones y construcciones. De un sitio nos envían a otro, todos nos dan facilidades y recorreremos la presa y los distintos departamentos o dependencias, canteras, molinos de piedra, etc. Avistamos desde lo alto de la presa el lago Cava-llers; por fin encontramos al barbero en una cabaña cargando cartuchos de dinamita, tan tranquilo, dando fuertes chupadas a su cigarro y sentado sobre un gran montón de cajas de dinamita.

Se les pusieron los pelos tan de punta que seguro que no hizo falta el jabón de afeitar.

Una anécdota más de las muchas que contiene el libro, es el pasaje de una carta en la que informa Daniel al presidente de la Federación Valenciana sobre el Vº Campamento de montaña y le dice entre otras muchas cuestiones:

No se suministrará PAJA. Hemos de ir consiguiendo que el montañero tenga su equipo completo y en el, como indispensable, el saco de dormir. Se anunciará en el programa, o no se dirá nada, según convenga.

Luego Daniel añade:

Sin embargo como medida de precaución y para algún caso delicado se tendrá unas balas de PAJA. Porque Daniel nunca dejó nada al azar, como buen montañero.

De fácil lectura, el libro se estructura en 13 capítulos y se desgrana a su vez en 72 artículos, como dije: cartas, diarios, reflexiones, partes de actividades, cuadernos de viaje, que voy entregando al lector dentro de mi propuesta y donde va apareciendo Daniel, como indiscutible voz autorizada para subrayar o esclarecer conceptos, de tal manera que he intentado no dejar resquicio a la duda. El libro puede leerse desde el principio o desde el final, e incluso saltando por los temas que más llamen la atención. Cada tema un título y un año, dejando al lector la mejor elección.

He intentado que esos títulos sean explícitos: Nuevas normas para el montañismo-1962, Diario de la expedición al Pirineo-1958, El Camino de Santiago-1990, Prehistoria del Centro-1991. La campana de Rabosa-1990 o Reflexiones y comentarios sobre un hipotético Plan de Desarrollo del Parque de Montaña Daniel Esteve, que es todo un ejemplo de preocupación medioambiental. Hay artículos escritos por otros grandes montañeros de la época, que he incluido como testimonio de aquellos tiempos; trabajos como: La mujer y la montaña de Oscar Santos-1957, Dos opiniones de Francisco Prats-1958, Rehabilitación, de Juan Miralles-1961, Los Neolitas de Joaquín Payá, el recordado “Tarzán”, o Reyes en montaña de mi querido compañero Ricardo Montesinos.

En fin os aseguro que hallaréis mucha sustancia histórica y montañera, pasajes, que a los mayores os hará recordar los inicios del montañismo local y a los jóvenes, además de divertido, les hará pensar. Y pensar es bueno. Tanto como no tener que salir a la montaña buscando ridículas marcas de pintura, en lugar de discernir cuál es el verdadero camino. Cosa que por si alguien no lo sabe, le puedo asegurar que se puede, que es sano y que es bueno si uno quiere llegar a algo en el montañismo serio y deportivo. Me reitero aquí de todo lo dicho en mi presentación de ayer de Petrer, que por su extensión no reproduciré, pero sí que invito a que leáis en dahellos o amarguillo.com, por considerar que es necesario que quienes más amamos a las montañas: LOS MONTAÑEROS, empecemos a ocuparnos de ella y no dejar en otras manos, como ha venido ocurriendo hasta ahora, el cuidado de nuestro estadio deportivo. Ya está bien de que se mangonee a los mon-tañeros.

Seguiría contando anécdotas del libro, pero como por mucho que diga sé que no podré hacer honor a los merecimientos de este hombre, dejaré que los acontecimientos de esta tarde le coloquen ante vuestros ojos en la dimensión que por derecho le corresponde.

Recomiendo finalmente la lectura de este libro y cedo la palabra al auténtico protagonista de esta historia que hemos subtitulado “El hombre y la montaña” o lo que es lo mismo: DANIEL ESTEVE.

Daniel Esteve

Maestre al atril:

Circunstancias que han ido surgiendo cuando, una vez acabado el libro, comencé a organizar este acto, me obligan a hacer un paréntesis, en esta presentación literaria para entrelazar unas muestras de cariño, que por espontáneas, van a marcar el verdadero sentido de este acto que no es otro que el cariño hacia Daniel Esteve. Llamo a este micrófono a Don Roberto Valero, Presidente de este Casino Eldense.

Roberto Valero

Llamo ahora a un hombre que siente igual que yo la emoción de este momento, de la manera más sencilla y natural que se puede sentir, el cariño y la gratitud hacia el maestro, que alentó la ilusión y la lucha por un mundo mejor. Llamo a este micrófono a Andrés Molina, Presidente de la AMFI.

Andrés Molina

Lo primero que hice nada más acabar el borrador de este libro y descubrir la inmensa actividad, nacional e internacional que Daniel Esteve había hecho a lo largo de su dilatada vida deportiva, fue solicitar al Club Alpino Eldense, del que Daniel ya es SOCIO DE HONOR desde 1996, que se le otorgase la condecoración del Alpino, que le acredita como alpinista, en virtud a sus méritos deportivos, convalidando para ello, cada una de las escaladas que se exigen para completar el historial alpino, por cada una de las oportunidades que a lo largo de su vida ha dado Daniel Esteve a todos los escaladores que bajo su mandato han nacido, completando de esta manera uno de los historiales más meritorios de la sociedad. Llamo a este micrófono a Juan Vicente Valero Manresa, Presidente del Club Alpino Eldense.

Juan Vte. Valero Manresa

La siguiente persona que ocupará este atril, habiendo cesado por requisito estatuario para poder presentarse a las elecciones del próximo sábado, lo hace a título personal, no puede ser de otra manera, ni tampoco es cosa que a él le haya importado. Cedo el micrófono a Rogelio García García, Montañero y aspirante a la reelección a la presidencia del Centro Excursionista Eldense.

Rogelio García García

Otra persona muy querida por Daniel y viceversa, ha querido sumarse también en esta noche. Es otro de los personajes grandes del Centro Excursionista Eldense. Con vosotros Miguel Sierras, Vocal de la sección filatélica del CEE

Miguel Sierras

Tras estos homenajes, vuelvo al acto literario y cedo la palabra a Don José Maria Beltrán, Presidente de Caixapetrer, co-patrocinadora del libro que hoy se presenta.

José Maria Beltrán

La Caja de ahorros del Mediterráneo, está también en esta mesa, muy bien representada por La Directora Fini Maria Díaz Carrión a quien cedo por igual co-patrocinio la palabra.

Fini Maria Díaz Carrión

Le corresponde el turno de palabra, al Concejal de Cultura de Petrer, Don José Miguel Payá Poveda en representación del Excelentísimo Ayuntamiento de nuestra vecina ciudad de Petrer.

José Miguel Payá

Las personas y entidades que antes pasaron por el atril, para homenajear a Daniel, lo han hecho de manera espontánea. Se llegó a un punto en el que, quienes tuvimos la responsabilidad de organizar este acto, tomamos conciencia de que si hubiéramos hablado con todas las personas que tienen el mismo aprecio hacia Daniel Esteve, en ambas poblaciones del valle, deberíamos de haber previsto el comienzo de este acto bastantes horas antes. Tomamos la decisión, no sé si equivocada o no, de no comentar estos reconocimientos específicos, bajo la ética de no comprometer a nadie. Con todo y con eso, ya no es un secreto que las entidades que voy a citar a continuación, con fecha 30 de Octubre de 2007, solicitaron el reconocimiento público de nuestro Ayuntamiento hacia la persona de Daniel Esteve Poveda, y ése es el verdadero espíritu de este acto, incluido el libro que hoy se presenta. Igualmente la lista de entidades podría haber sido más larga. Doy fe, de que cuantas personas han conocido la iniciativa, nos han manifestado sin ningún género de duda su adhesión al reconocimiento de toda una vida entregada a los demás. Las que menciono por orden alfabético suponen la representación mayoritaria del total de la ciudadanía de todo un pueblo:

Agrupación Lírica del C.E.E.
Agrupación Músico Cultural Eldense Santa Cecilia
Asociación Fotográfica de Elda
Aulas de la Tercera Edad
ADOC Asociación de Opera y Conciertos
AMFI Asociación de Minusválidos Físicos
Casino Eldense
Centro Excursionista Eldense
Club Alpino Eldense
Cofradía de los Santos Patronos
Cruz Roja Española, Asamblea de Elda
Dahellos.com – Agrupación Literaria
FAVE – Federación de Asociaciones de Vecinos de Elda
Mosaico
Plataforma Cívica del Casco Histórico
Sección Filatélica del CEE
Valle Club de Esquí de Elda

A todos ellos agradezco su incondicional adhesión a esta idea, que partió hace ya años de la AMFI y en la cual han tenido siempre un especial empeño Daniel Tercero y muy especialmente Andrés Molina de cuya emoción, hemos sido hoy todos nosotros testigos.
Cerrará este acto en representación oficial del Excelentísimo Ayuntamiento de Elda, Don José Francisco Mateos Gras, Concejal de Cultura, al que cedo con emoción la palabra, ante el acto histórico que hoy sin duda seremos testigos.

José Francisco Mateos Gras

Daniel Esteve Poveda - Agradecimiento

Gracias por vuestra asistencia, y os recuerdo que acto seguido en el restaurante de esta misma planta baja, se servirá un pequeño vino de honor donde podremos departir y pasar un buen rato, disfrutando con la compañía del ilustre homenajeado.

Juan Manuel Maestre

 

LECCION MAGISTRAL DE DANIEL ESTEVE SOBRE MONTAÑISMO.

Publicado en el semanario de información local Valle de Elda - nº 2.540 - 21/12/07

Me va a perdonar mi amigo Juan Manuel Maestre si no me extiendo en el acto de la presentación de su libro Daniel Esteve: El Hombre y la Montaña que tuvo lugar el pasado sábado día 15 en lo que yo denomino “El salón noble de la Casa del Casino”, pero imagino que ya habrá otros artículos donde se comente este hermoso acto al que unos privilegiados pudimos asistir.
Prefiero centrarme en la maravillosa intervención que realizó en su turno de palabra el principal protagonista del libro, Daniel Esteve, del que también me voy a permitir omitir otras loas y presentaciones, pues no son necesarias por ser conocidas sobradamente por todos.
Simplemente comentar que la presentación del libro tuvo toda la brillantez que cabe siempre esperar del irrepetible Manolo Maestre, quien garantiza en cualquier acto que organiza el máximo espectáculo que se puede esperar de cualquier evento de este tipo, controlando y previniendo hasta el último detalle, y lo que queda fuera de lo previsible lo arregla con una capacidad de improvisación que hace que el espectador termine, como en la mejor de las fiestas, batiendo palmas gozosas.
Y me centro en la intervención de Daniel Esteve, de cuya amistad gozo desde hace años, y que en los últimos tiempos me ha sorprendido hasta límites insospechados. Además, tuve la suerte de entrevistarle desde distintas tribunas informativas en varias ocasiones, y a una de estas entrevistas volveré para terminar este artículo, pasando por encima de sus comentarios sobre la Ciudad Deportiva y su propuesta de convertirla en un futuro en su viejo sueño de ser una verdadera “Universidad del Deporte”, sin olvidar su apoyo a la candidatura a la presidencia del C.E.E. de Rogelio García.
Como digo, el turno de palabra de Daniel Esteve resultó, sin duda alguna, una lección magistral sobre la esencia del montañismo y lo que éste debe de ser, marcando clarísimamente las diferencias que existen entre esta noble actividad que no es un deporte sino una forma de vida, y lo que es el excursionista y el senderismo, que sin duda tras escuchar sus palabras no pasan de ser unas respetables, pero nada más, actividades lúdicas.
Igualmente, nos recordó la importancia y urgencia de la intervención en Rabosa o “Parque de Montaña Daniel Esteve” para frenar su desertización y deterioro por el uso irracional y lejano de primaria utilidad, pues ha dejado de ser un parque de montaña para convertirse en una zona de ocio más, y la conveniencia -pues todo lo tiene previsto y pensado- de la posible participación de la Universidad de Alicante o de expertos y estudiosos refrendados por la Unión Europea. Recuerdo que cuando se compró Rabosa y se habló de arreglar el camino, hubo voces que pregonaron que no es que hubiera que dejarlo como estaba, si no que había que hacer zanjar y poner cocodrilos dentro de ellas para mantenerlo dentro de la filosofía del montañismo y alejarlo de la masificación en la que se encuentra.
Vino a decir Daniel Esteve que en la montaña se debe de empezar por el excursionismo, pero que el afán de superación de la persona debe de conducirle al montañismo, y esto implica profundizar en las distintas técnicas de marcha, orientación, superación de barreras y, por qué no, de supervivencia en el medio, sin olvidar, pues es obvio, profundizar en la centenaria historia y en los escritos que nos hablan de los Whymper,
Carrel, Saussure, Mummery, Longstaff, Mallory, Merkl, Sonnier, Rabufat, Bonatti, Herzog, Houston, Hylary, etc. etc.
Nos citó el Sr. Esteve que la primera norma para conocer la montaña y andar por ella sería aprender el uso de la brújula, el altímetro, la interpretación de los mapas y su dibujo en sus distintas formas, la comprensión de la naturaleza que nos habla a cada paso, el saber distinguir los distintos escenarios que nos presenta y nos ofrece para una escalonada forma de superación ilimitada, la elección del material, el saber prescindir de lo prescindible, el afrontar los distintos fenómenos atmosféricos, no distinguir para caminar por ella la noche y el día y respetarla como al ser vivo que es.
Con ello se conseguiría eliminar de la montaña todo lo que le sobra en estos momentos: el exceso de pintadas de todas clases y colores y con una proliferación en algunos casos escandalosa, el mercantilismo que está llevando a convertirla en negocios “de aventura”, la excesiva masificación en “circuitos cerrados” que amenazan el medio, el verse sorprendidos por una montaña que, furiosa por verse humillada, se alza y exige el negado respeto, las excesivas y abusivas construcciones que destruyen el escenario y los accidentes dolorosos e innecesarios producidos por no haber sabido medir la propia capacidad y posibilidades, a parte de que se eliminaría el que después de una jornada en la montaña, al final de ella, por haber seguido detrás de una innumerable fila, no se sepa y pueda explicar por donde se ha pasado y se sea incapaz de reconstruir el mismo camino en solitario.
Nos recordó igualmente la honda profundidad de la amistad que la montaña ofrece entre los hombres y mujeres que la entienden, gozan y sufren juntos, y de la importancia del compañerismo y saber elegirlo al mismo tiempo, de los imborrables lazos que se crean y que bien cultivados duran toda la vida y de las posibilidades de propia superación y evasión, aprendiendo a vivir la vida paso a paso, lento pero seguro, lejos del estrés y urgencias que reinan nuestras urbes, y que al final de todo lo importante no es la cima en sí, que ella no es el objetivo, si no el medio que nos permite un cúmulo de vivencias y experiencias inolvidables, como su propia y marcada visión de un amanecer, como de un Moisés contemporáneo que recibe “las Tablas de la Ley” desde la serenidad de la cumbre del Monte Sinaí, o la serenidad de una experiencia bucólica en la profundidad de un bosque conquense ante el concierto sinfónico del croar de una coral de ranas y una orquesta de pájaros silvestres teniendo como escenario un escondido humedal.
Y perdóneseme la particular interpretación de su elocución, y sobre todo la falta de profundidad que realizo de la misma, muy lejos del énfasis, puntualizaciones, amplitud, claridad y humanidad que nos regaló mi querido D. Daniel. Y que me perdone el homenajeado por haber iniciado un aplauso emocionado e impulsivo que interrumpió su ilustre verbo en una noche memorable.
Solicito públicamente que dicha intervención sea publicada para que pueda ser conocida por todos aquellos amantes del montañismo que no pudieron asistir al acto.
También solicito públicamente a D. Daniel Esteve que tanto como nos dijo en tan poco tiempo se sirva desmenuzarlo punto a punto, pues si sintetizado fue un éxtasis ¡que no será! cuando trate cada tema en profundidad. Ánimo, D. Daniel, que nos quedamos esperando cada una de sus “lecciones magistrales” sobre lo que es un montañero y el montañismo en el más puro y profundo significado. Yo entiendo que, por despreocupación y comodidad de los organismos, empezando por las Federaciones y terminando por los Clubs, la montaña está en crisis por falta de nuevas generaciones impregnadas de lo que desde el Club al que pertenezco llamamos “el espíritu del Alpino”, pero que es a todos accesible desde un mentalidad inquieta y con ansias de superación. Prueba de esa crisis es la desaparición en los calendarios oficiales de las actividades de montaña a nivel juvenil, y que la principal actividad montañera a nivel nacional es la, por otro lado respetable, Marcha de Veteranos, pero eso seria otro tema a tratar.
Convencido de que asistimos al inicio de una cátedra magistral sobre montañismo bebiendo en la clarividencia y sabiduría de una mente privilegiada de ochenta y ocho hermosísimos años, siempre inquieta y precursora, me permito y tengo la osadía de nombrar a D. Daniel Esteve Poveda “Doctor Honoris Causa” de la Universidad de “Estrellas y Borrascas” y que su herencia de magisterio debe de ser incluida entre los clásicos anteriormente citados aludidos.
Y para terminar vuelvo a referirme a las manifestaciones recibidas de Daniel Esteve en el año 1971, con motivo de la “Operación Atlas”, en las que vino a decirme que Elda y el C.E.E. no deberían parar en su progresión hasta ver su bandera en la cumbre del Everests. Evidentemente, se han conseguido logros importantísimos por todos conocidos, pero el Everest sigue esperando a Elda, y solamente desde el amor a “La conquista de lo inútil” y encontrando estos amantes pondremos la bandera eldense en la cumbre del Chomolungma, la “Diosa Madre del Mundo¨.
Habría que quitarle a D. Daniel Esteve Poveda esa espinita que tendrá clavada.

Octavio José López Lorente
Miembro del Club Alpino Eldense

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