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DEL CENTRO EXCURSIONISTA ELDENSE
REFLEXIONES Y COMENTARIOS SOBRE UN HIPOTÉTICO PLAN DE DESARROLLO DEL PARQUE DE MONTAÑA “DANIEL ESTEVE”

Al Centro Excursionista Eldense Al que gratamente, dediqué parte de mi vida, buscando "la hermandad de los hombres por el deporte.
A Alberto Beltrán Sempere, Antonio Antón Martínez, Manuel Díaz Cuenca, Juan Español Vidal, Manuel Martínez Lledó, Miguel Pérez Beltrán, Julián Torregrosa Navarro. Y la sección de Veteranos, sin cuya colaboración no hubiera sido posible el desarrollo del Parque de Montaña.

Daniel Esteve Poveda

 

 

Inscripción Registral


PARQUE DE MONTAÑA DANIEL ESTEVE, en término de Petrel, de tierra inculta y monte, en la partida de "Rabosa y Perrió", de cabida, según los títulos y el Registro de ciento cuarenta y nueve hectáreas, sesenta áreas, diez y ocho centiáreas, pero según reciente medición practicada por los Peritos Agrícolas Don José Pascual Pina Martínez y Don José Ramos Solvi, tiene una superficie total de CIENTO CINCUENTA Y CUATRO HECTÁREAS CINCUENTA Y SIETE ÁREAS Y SESENTA CENTIÁREAS, dentro de SU perímetro existe una casa, dos balsas y una casa y ermita a la que se tiene acceso por un camino que arranca del camino de cati, a la altura de la casa de Cachuli finca propiedad de Genoveva Castelló. Linda actualmente, por el Norte, con Genoveva Castelló y camino de Cati; Este, fincas de Ramón Maestre y la Urbanización Calafate, S.A.; Sur, la Urbanización calafate, S.A. y Antonio Herrero Amorós, Vicente Villaplana, José Maria Maestre Moltó y Marino Rico, inscrita al tomo 1.132 del Registro de la Propiedad de Monovar, libro 156 de Petrel, folio 195, finca número 12.678, inscripción Ia.

Tal descripción figura en el art. Io del Reglamento de Régimen interior de la sección "Parque de Montaña Daniel Esteve".

 

 

 

Preámbulo

Que aparece en el Reglamento de Régimen interior de la Sección "Parque de Montaña Daniel Esteve", que determina la intención del Centro Excursionista EIdense para el desarrollo cultural y deportivo del Parque, y que se copia a continuación:

"Nuestra época se caracteriza por una actitud del hombre frente a la Naturaleza en afán de destrucción. La polución del aire, la contaminación de las aguas, que ha motivado incluso la extinción de especies vegetales y animales, indiferencia y apatía frente a problemas vitales de la Naturaleza; su mal uso, la manía de destruir la belleza; las imprudencias que ocasionan tantos y tantos incendios todos los años; la falta de respeto y cuidado, seguramente debido a la falta de conocimiento y amor por ella, son causas que determinó en los estamentos sociales internacionales llamadas de urgencia y de socorro en defensa de la Naturaleza. Se impone una educación cívica en el hombre que se traduzca en respeto a los medios naturales.

La forma actual de vida intensidad de trabajo, de trafico, aglomeraciones humanas, nervios a flor de piel, polución, contaminación, vida poco sana en medio urbano, tensión y nervios en los fines de semana, falta de zonas verdes en las ciudades; niños sin zonas para sus juegos que permitan el desarrollo de su imaginación y físico, que en definitiva redunda en perjuicio de la especie humana, hace concebir a las naciones más avanzadas la creación de Parques, unos de carácter nacional (que amparen y protejan a la Naturaleza en su estado de belleza natural y agreste), y otros para solaz esparcimiento de sus ciudadanos que pueden compensar su trabajo semanal y recuperar fuerzas y salud, para sus habituales quehaceres en la seguridad de ser una inversión rentable que permita mejorar la especie y su estado de ánimo, que se traduzca en beneficios sociales y de clase; no digamos de los niños que saben sacar al máximo con su imaginación y juegos, el sabor de estas estancias en medio de la Naturaleza.

Todo ello y que el Centro Excursionista Eldense sea una entidad deportivo-cultural cuyo principio y base es el montañismo y excursionismo que se desarrolla en plena naturaleza, y su convicción de la necesidad de crear estos Parques que tanto bien han de hacer a la sociedad actual, y que en un futuro no lejano será prodiga en ellos nuestra geografía nacional, ha querido contribuir con su grano de arena, al crear el Parque de Montaña.

Es deseo de nuestro Centro Excursionista Eldense que el Parque de Montaña sea una escuela de civismo a donde sin más limitación que la del máximo respeto a las plantas y a los animales, pueda acudir todo ciudadano cuidando de cumplir las normas que para su uso se especifican en su Reglamento, en la seguridad que cumpliéndolas su libertad será máxima e infringiéndolas podrá ser sancionado con su expulsión del recinto y a lo que hubiera lugar.

Es principio estar todo permitido excepto uso del fuego, hacha, armas y transistores y regirán siempre las normas más elementales de educación y mutuo respeto a las personas, animales, plantas y cosas.

El Centro Excursionista Eldense pone a disposición de los pueblos del valle, unidos en un mismo laborar y sentir, un medio: PARQUE DE MONTAÑA, para que esta unión en el trabajo continúe en la Naturaleza, que a nadie desestima y que como obra de Dios ha de ser de todos, en su uso, su respeto y su amor.


Febrero de 1.975

 

He querido plasmar estos antecedentes. El primero determina nuestra propiedad (del Centro Excursionista Eldense), y el segundo vislumbra nuestra intención e i1usión de principio que tras mucho madurar trae como colofón la obra que se publica sobre "REFLEXIONES Y COMENTARIOS SOBRE UN HIPOTÉTICO PLAN DE DESARROLLO DEL PARQUE DE MONTAÑA DANIEL ESTEVE, condensados en el epilogo de esta obra.

En la junta general extraordinaria del 27 de noviembre del año 1.971, a solicitud del socio fundador número 2 del Centro Excursionista Eldense, Óscar Santos González, y por unanimidad, se acordó que el Parque de Montaña llevara mi nombre.

 

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Introducción

No soy un teórico, ni un profesional de la materia objeto de este trabajo, pero amo acendradamente a la naturaleza y a nuestras montañas y a nuestro Parque y pretendo llevar mis pensamientos y mis inquietudes a los demás con el sencillo estudio que sobre nuestro Parque de Montaña contienen estas páginas.

En los principios de nuestro teatro, cuando sólo eran breves entremeses las representaciones, en un monólogo inicial, el actor pedía anticipadamente perdón por las equivocaciones en que pudiera incurrir. Eran gentes sencillas y enamoradas de su trabajo, y yo quisiera ser como lo eran ellas, y quiero, como ellas, pedir ahora perdón por los errores que pudiera cometer en este trabajo, en el que, como ya he dicho, no soy un experto profesional.

Desgranaré el objeto en capítulos para su mejor exposición y entendimiento y como todo debe conocerse por los precedentes, el principio de este Parque, hace miles y miles de años, debió ser el que la misma naturaleza quiso, y como todos nosotros somos fervientes enamorados de la Naturaleza, lo mejor sería que volvieran a su primitivo ser y nos dejáramos de estudios.

Pero esto no pasará de ser la broma de algunos Tarzanes, que también los hay entre nosotros los montañeros.

La realidad es que el aspecto actual del Parque, al que me referiré, precisa más que de Tarzanes, de estudios detenidos con objeto de llegar a saber bien:

a).- Que hemos de hacer para evitar la continua degradación de nuestro Parque.
b).- Cuales son las normativas para lograr su regeneración y su mayor y natural desarrollo, y su mejor conservación.

Complicadas y no fáciles cuestiones que aquí quiero abordar y encauzar con la finalidad de interesar a mis compañeros del C.E.E., y a todos los que sientan cariño por nuestras cosas.

Intento que mi trabajo sea sencillo y que llegue a todos.

Es seguro que, en algunos aspectos, se precisen estudios para adaptar seguras determinaciones, pero eso no es materia para debatir ahora, ni aquí.

Ya se harán cuando las circunstancias lo precisen. Yo he de limitarme a señalar el camino y la posibilidad de hacerlo. Y si se consigue llevar nuestra inquietud a los demás, se conseguirá su materialidad, estudios, ayudas e incluso declaración administrativa que consolide experiencias nuestras en orden a la regeneración y desarrollo de nuestro Parque de Montaña.

Para el examen de esta exposición me he servido de bastante biografía y cito aquí como obras muy interesantes las tres siguientes que recomiendo a los que vean con interés estos temas: Guía del Naturalista, de G. Durrell; Naturaleza ibérica, de B. Cardelius; y el Estudio ecológico del Término de Petrel, realizado por Bernardo Arroyo Morcillo, Carlos Martín Cantarino, Luís Rico Alcaraz y Ángel Sánchez Pardo.

También a la revista Vida Silvestre, editada por el ICONA.

 

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Capítulo I

 

Parques y parajes o espacios naturales protegidos

El diccionario de la Real Academia, define PARQUE, como término o sitio cercado y con plantas para caza o para recreo, generalmente inmediato a un palacio o a una población.

La Gran Enciclopedia Larousse, dice: que PARQUE es terreno cercado con variedad de árboles y plantas destinado al recreo.

PARQUE NACIONAL. Paraje extenso y agreste que el Estado acota para que en él se conserve la fauna y la flora y para evitar que la belleza natural se desfigure con fines utilitarios.
También es área donde se protegen estrictamente la flora y la fauna.

La creación de parques nacionales es en la actualidad absolutamente necesaria, ya que la naturaleza, en general, se contamina con los desechos de procesos industriales y es abusivamente explotada. La presión que el hombre realiza sobre ella, conduce a una profunda alteración del medio.

Los parques nacionales son verdaderos laboratorios al aire libre, donde pueden estudiarse las comunidades naturales. Su creación se inició en 1.872 con el Parque Nacional de Yellowstone, en E.E.U.U. En España el primero fue el de Covadonga. Su extensión sobre todo de la especie, o especies, que han de proteger. Los de carácter botánico no requieren grandes superficies, si en cambio los de tipo fáunicos.

La creación de parques y parajes, o espacios naturales, protegidos, tratan de sensibilizar a la población adulta y escolar sobre la necesidad de preservar el medio ambiente para el futuro. Se trata de destacar el valor ambiental de cada espacio natural y los proyectos de protección previstos en cada caso.

Son áreas poco transformadas por la explotación y ocupación humana, que en razón a la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas, o la singularidad de su flora, fauna, o formaciones de geomorfología, posean valores ecológicos, estéticos, educativos y científicos cuya conservación merezca atención.

Nuestro Parque de Montaña, puede encajar en paraje o espacio natural protegido, que puede tener como finalidad tratar de sensibilizar a los visitantes, en la necesidad de preservar el medio ambiente para el futuro, destacando su valor, sus problemas y proyectos de protección, en razón de la belleza de sus paisajes, representatividad de sus ecosistemas, flora y fauna, su geomorfología, valores ecológicos, estéticos, educativos y científicos cuya conservación merece atención.

Y dentro de todo ello su estudio, repoblación y lucha contra la erosión y degradación bastante acusadas.

 

 

Parques

Se han creado en España una serie de regiones protegidas. En ella el paisaje, la flora y la fauna están preservados, al mismo tiempo que se utilizan para recreo, esparcimiento y educación.
Este sistema de unidades de Conservación está formado por:


Parques Nacionales
Las Reservas
Cotos Nacionales de Caza
Parques Naturales
Parajes Naturales
Refugios Nacionales (para la protección de las especies en peligro de extinción)

PARQUE NACIONAL: Conservación de una región natural privilegiada, por su flora, su fauna, su geología o su paisaje. De visita autorizada bajo control (fines recreativos, educativos y culturales). Ha de ocupar una superficie mínima. Son: covadonga, Ordesa, Aigües Tortes y Lago de San Mauricio, Tablas de Daimiel y Doñana, Teide, Caldera de Taburiente, Timanfaya y Garajonay.

RESERVAS Y COTOS NACIONALES DE CAZA: Creados para la protección, conservación y fomento de la riqueza cinegética. En la actualidad existen 36 Reservas Nacionales y 10 Cotos Nacionales.

PARQUE NATURAL: Son áreas protegidas por sus cualificados valores naturales, entre ellos el paisajístico, para facilitar el contacto del hombre con la Naturaleza. Permite distintos aprovechamientos, incluida la caza. Se está ampliando la red de estos Parques, que aseguren la conservación del medio natural, el aprovechamiento de sus recursos y su utilización como zona de esparcimiento y recreo para los habitantes de los núcleos urbanos. Hasta la fecha hay creados 9.

Aquí encaja nuestro Parque de Montaña, incluso por su extensión.

Hay declarados 7.

El desarrollo industrial de nuestro país trajo consigo el éxodo del campo a la ciudad, que quedó reducido a un mínimo cultivo en manos de los mayores, agricultores acendrados a sus lares mientras las manos jóvenes emigraron, con el tiempo los mayores fueron abandonando, por imposibilidad física, la explotación de su patrimonio agrícola.

Ante tal perspectiva las zonas montañosas y limítrofes cayeron en el yermo. Secanos no rentables se fueron abandonando y es corriente ver fincas yermas, casas y pueblos abandonados.

Fatal perspectiva que presenta un futuro triste, ante el que la administración pública toma cartas y adquiere fincas, otras en futuro, que se destinaran, con toda seguridad a otro aspecto de porvenir: Turismo rural, albergues, ocio, ese turismo de interior en vías de desarrollo ante la masificación de costas y playas tradicionales.

Es una nueva faceta, muy interesante, del turismo. Siendo el turismo una de las mayores fuentes de riqueza nacional, y saturado el de playas y costas, la administración, con buena idea, busca y desarrolla la nueva etapa: el turismo de interior.

Y en tal aspecto decidirá la adquisición de fincas estratégicamente situadas para desarrollar ese interesante turismo, las que dotará de los medios, comodidades, comunicaciones y cuanto necesario sea para su desarrollo.
Lo que traería como consecuencia la formación de Parques Naturales, paisajísticos, turísticos, senderismo, cotos, reservas y cuanto precise el desarrollo del ocio en los mismos.

Tal será, sin duda, el futuro de esas tierras improductivas, abandonadas. La geografía española será pródiga en tales parques y lugares de ocio que vendrán a completar la idea de un turismo integro y nacional que constituiría una de las mayores riquezas de nuestro país que pondrá a disposición, recreo, ocio, de la Comunidad Europea, como parte integrante de la misma, en una de sus fuentes necesarias e imprescindibles de la misma para goce y disfrute del sol, hospitalidad y bien hacer de los hispanos.

 

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Capítulo II

 

Situación actual del Parque de Montaña "Daniel Esteve*

Es corriente, hoy oír o decir que tal actitud de la vida, cualquier desarrollo, cualquier empresa, creada, o por crear, debe programarse con miras a ese tercer milenio, a ese siglo XXI en ciernes.Todo se prepara para su ingreso con miras universales.

El primer milenio fue catastrófico. Se auguraba el fin del mundo. Años antes el mundo cristiano, fatalmente, se preparaba para este tremendo acontecimiento. Se desprendían de bienes y riquezas y se predisponían a un bien morir, a desaparecer. Hasta años después no vino la reacción humana, la alegría, la euforia de haber sobrepasado la cota, preparándose para un gran desarrollo ilusionado, feliz y tranquilo, como en realidad se produjo en la historia de la civilización. Pero el final de este segundo milenio ha sido de crisis; desagradable fin de siglo XX, pródigo en guerras y revoluciones.

Y ahora organizado, o en vías de organización. Europa, se vislumbra un deseo universal de mejoramiento y de solidaridad, que Dios quiera se traduzca en solución de los graves problemas que hay planteados.

En este ambicioso proyecto de entrada en el tercer milenio y su desarrollo, está incluido también nuestro Centro Excursionista Eldense con nuestro Parque de Montaña.
El Parque de Montaña "Daniel Esteve", creo que es uno de los primeros iniciados en nuestra región (anterior al de la Font Roja), y como decíamos en el preámbulo de su reglamento este tipo de espacios escogidos de la naturaleza, se repetiría pródigamente como así ha ocurrido en la realidad.

Fuimos prontos en crearlo, pero lentos en su desarrollo; en el aspecto deportivo y social, fuimos desbordados por la realidad, pero no es su aspecto natural y científico, y es en este aspecto el que más ha de interesarnos ahora, para colocarlo en la línea del tercer milenio, del siglo que empieza.


Y tras este exordio, entremos en el Parque, vamos a verlo.

Nuestro Parque está ubicado en una zona de montaña, de relieve duro, de avenidas, profundos cauces, barrancos y desniveles. Somos como un juguete de las montañas que se elevan sobre nosotros. A veces pensamos si nos caerán encima y quizá pensaran esto los antiguos propietarios cuando alzaron aquí una ermita, lugar de oración y ruegos.

Hemos de ver la tierra, la vegetación, la fauna.

Y hemos de ver sus relaciones con el colectivo que visita el Parque.

 

La superficie

 

La superficie del Parque es variadísima: barrancos, desniveles, torrenteras, alturas, roquedales, llanos, bosque, humedales y sequedales, altos y bajos, y erosión constante, permanente, perpetua con tal configuración.

La clase de tierra tampoco es uniforme: arcillosa, arenisca, caliza.

Esta complicada superficie aconseja el estudio de los diferentes sectores, de su flora y fauna, de su geología. Y conocidas sus circunstancias, determinar lo que conviene para evitar su continuado deterioro y propiciar su buen desarrollo.

Ese estudio corresponde, como es claro, a los profesionales. Vengo repitiendo que es la Universidad de Alicante la que dispone de mejores elementos para ello y ha dado pruebas de su competencia cultural y científica en los estudios que se le han encomendado; su actuación le ha dado renombre.

Esto no es asunto para ser examinado aquí. Nos bastará con saber que el estudio es necesario, y que poco de interés se conseguiría sin él. Un día el centro habrá de pedir mejoras para el Parque, y las conseguirá, pero no sin el estudio.

Voy a poner un ejemplo: Doña Pilar Megía Rico, persona de raíces petrerenses, Directora General del Medio Natural de la Comunidad de Murcia, en una conferencia, expuso las circunstancias ambientales de un parque de características similares al nuestro, con muy fuerte erosión, con empobrecimiento, con peligro de desertización, en el que en determinados lugares habían conseguido su recuperación, previo estudio y proyectos que le valieron distinción europea y ayudas económicas.

Hay varios y parecidos ejemplos, pero este sólo me bastó para comprender la certeza de una vieja ilusión, mía antigua idea del logro de la recuperación, adaptación y desarrollo del parque de nuestro Centro Excursionista Eldense y de la necesidad de los estudios y proyectos para ello.

 

 

La vegetación

 

 

Se dan multitud de especies vegetales, tanto matorrales como arbolado. Este asunto se tratará con detenimiento en otros capítulos, baste decir que su degradación es evidente y que es preciso detenerla y remediarla. Y para ello es también indispensable conocer una serie de condiciones del terreno, de sus humedades y climatología y clase de plantas que conviene emplear.

No se trata de plantar un bancal, en lo que basta elementales conocimientos o buena experiencia, se trata de conseguir un Parque Natural que lo sea así para siempre.

Por el Centro, que yo sepa, poco o nada se ha hecho a este respecto, aparte de aquella tentativa de repoblación de eucaliptos y chopos en la vertiente de los antiguos aseos, que con entusiasmo, fuimos plantando; en nuestro afán llegamos a adoptar personalmente determinados ejemplares para cuidarlos. Sin conocimiento de la clase de planta y su futuro en la clase de tierra, con poca, o ninguna, experiencia, fue pasando el tiempo. Creo que no quedó ni un ejemplar.

Es ejemplo bastante de que la cuestión debe ser examinada desde la óptica que voy encauzando. Mi trabajo es la iniciación de un camino que debe conducir a la regeneración del Parque.

 

 

La Fauna

 

 

La fauna si no tiene condiciones adecuadas a su forma de vida, será escuálida y minoritaria, incluso degenerada y enfermiza; aves y terrestres no acudirán a un lugar que ningún acogimiento les ofrece.

Pensar que por no aparecer cazadores en su campo donde hay arbolado y matorrales, es bastante para que la fauna acuda, es erróneo.

Algo así ocurre en el Parque, los animales tienen poca comida, o muy poca, y la fauna que tiene poca comida emigra. Y desde luego, no se asienta en el lugar.

Un parque natural sin fauna no es un parque natural.

Hay que proteger su alimentación y esto podría hacerse sin grandes dificultades, plantando matorrales autóctonos cuyos frutos sean alimento para los animales, o sembrando algún que otro bancal estratégico, sin ánimo de explotación agrícola, sino el de mantener y aumentar la población animal.

Los olivos y los almendros son árboles de extraordinaria resistencia; hay antiguos bancales abandonados, donde aún se encuentran verdes y vivos, aunque no producen nada, ni siquiera flores. Y ello es claro, si no comen no pueden producir, y es un milagro que subsistan.

Un laboreo elemental con la siembra y echarles una capa de cualquier basura, la que sea, permitirá crear un humus alimenticio que pronto recogerán las plantas y producirán esos frutos que han de ser base en el mantenimiento y aumento de la colonia animal y vegetal.

Agua hay bastante en el Parque pero establecer algún bebedero estratégico, será conveniente y fácil.

Y así; llegará un tiempo en que para mantener el equilibrio de la colonia será necesario llamar a algunos prudentes cazadores.

Llegará un tiempo en que será necesario, y desde luego conveniente, como lo es en muchos casos, entresacar de un bosque una estudiada tala, que produciría su mejoramiento.

 

La Sociedad visitante

 

Este aspecto está ampliamente desarrollado, aunque no plenamente. La querida Sección de Veteranos, auxiliada por magníficos colaboradores, a lo largo de años, desarrolló una serie de actuaciones que han hecho acogedores, cómodos y agradables las instalaciones allí existentes. En el aspecto deportivo cumple su función: Campamentos, reuniones de grupos, principio, etapa y fin de agradables travesías, ascensiones a cumbres limítrofes, de estancias en el albergue...

Son masivas las reuniones domingueras, y festivas. Comuniones, bodas e incluso bautizos, demuestran el amor que a dicho lugar se le tiene.

El montañero precisa de horizontes más amplios, de acercarse y recorrer los dispares y lejanos territorios, pero siempre vuelve a "casa", a nuestro Parque, al que estima, aprecia y comenta sus excelencias. También el Grupo de Montaña establece unos cuidados, amenos y curiosos itinerarios, que con acertada publicación, programa un estudiado senderismo que hará las delicias de los que lo recorran.

No pocos de los asistentes al albergue suelen quedarse por su alrededor, y no disfrutan de otros elementos del Parque bastándoles los que el albergue les proporciona.


Esta concentración evita los inconvenientes que un desperdigamiento pudiera producir.

ICONA, con la vista puesta en niños y familias numerosas, lo aconseja así.

Lo esencial de todo ello es el buen hacer de los que visitan nuestro Parque, reflejo del también buen hacer con que nuestro centro les acoge, cumpliendo asi una de las misiones que el Centro Excursionista Eldense se impuso, al tiempo de su creación.

 

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Capítulo III

 

 

Panorama ecológico del Parque de Montaña

Llegó el hombre, el principal y más terrible depredador de la naturaleza, empeñado en aprovecharse de ella y no en su conservación.

Y empieza su acción: aclareo de bosque, roturación agrícola, uso del fuego para creación de pastizales, carboneo, explotación maderera; la emprende con el bosque desaforadamente y no ha parado; aparentemente no tiene solución, no quiere detenerse.

Los gobernantes, y los que explotan los recursos naturales, parece que no dan importancia a la cosa, y piensan que ante cualquier problema la avanzada tecnología se encargaría de resolverlo. Esto no es cierto y, por el contrario, es peligroso.

El amante de la naturaleza, en el futuro, será un importante vigilante de ella, aprenderá y divulgará la forma de protegerla. Por tanto es cuestión de educación, factor necesario en el siglo que empieza, y desde luego calidad de esta educación.

El amante de la naturaleza es dichoso: disfruta de cuanto le rodea y su vida es rica, posiblemente más que la del que no se interesa por ella. La ecología avanza.
Ecosistema es el conjunto de comunidad y entorno; y ecología, (del griego oikas, que significa casa), el estudio de los factores que controlan la cuantía y la distribución de los seres vivos, de su hábitat.

El ecosistema depende de la temperatura y humedad. Los grandes ecosistemas, son como tapices, con infinidad de hilos entrelazados, sobre los cuales la naturaleza produce desgarres, que con el tiempo también repara (inundaciones, terremotos, incendios, erupciones) pero a lo que no puede enfrentarse, es el continuo ataque y deterioro que el hombre ocasiona. Reemplaza los bosques naturales con árboles, no autóctonos, de rápido crecimiento con desplazamiento de la flora natural; exceso de pesca, polución de los mares; lesivos métodos agrícolas, que dejarán inutilizada la tierra; uso de pesticidas y herbicidas, exterminio de especies animales, superpoblación del mundo, hacen que el futuro sea más bien sombrío. Estamos destruyendo el mundo en que vivimos. Constantemente los hombres más sabios nos lo están recordando, y el avance de la ecología no es bastante, pese a que en algunos países se esta transformando en una fuerza política, tan grave es la actuación del hombre en el contrario sentido.

-Conscientes de todo ello hemos comprendido que nuestro Parque es un privilegio del que gozamos y es un privilegio y un gozo que si todo esto viene a aumentar el peligro que corre por las causas naturales a que nos hemos referido en el capitulo anterior, puede un día, no muy lejano, dejar nuestro privilegio y nuestro gozo. Nuestro Parque es nuestra casa y como tal hemos de cuidarla con atención y amor para desarrollarlo y con buena educación para conservarlo, si lo hacemos, seremos como un milagro más de la naturaleza.

Nuestro Parque es, ha de ser, una ventana abierta al hermoso mundo natural viviente, allí podemos encontrar maravillas al alcance de la mano, podemos acrecentar la alegría de vivir.

Podemos observar como una planta, o animal, ha de luchar si quiere sobrevivir y reproducirse, y en tal lucha prevalece el más fuerte, el que consume más alimento, se procura mejor refugio y procrea más y mejor que otros de su especie. Una sequía significa menos alimentos (insectos), y las aves limitan sus crías, ante la invasión de otras especies y por ello escasea la comida, abandonan el terreno, hasta mejor ocasión. Ante el frió, calor, escasez de alimentos, hibernan. Hemos de esforzarnos, ante estos eventos, en proteger a las especies amenazadas, interceder en su favor, plantas y animales, ya que ellos no lo pueden hacer. Tienen una extraordinaria facultad de recuperación pero no es inagotable y hay que ayudarlas, protegiéndolas. Y poder hacerlo es un gozo que hay que procurar.

El amante de la naturaleza sabe que el mundo pertenece a todos, no a una sola especie, ni a un solo género: el hombre. En la naturaleza no hay fronteras, las existentes son políticas, no biológicas. Es misión suya hacer llegar a la comprensión de otro como vivir dentro de las reglas de la naturaleza, quebrantándolas hemos puesto en peligro nuestro futuro. Enseñar a observar y respetar en vez de destruir, gozando y respetando esta herencia que tenemos la obligación de legarle a futuras generaciones.

Y ante nuestro Parque, la obligación de mantenerlo, regenerarlo, protegerlo, respetándolo y cuidándolo con cariño, comprensión y desarrollo.

Puede, y debe ser, refugio, hábitat de especies animales, regeneración de vegetales y árboles, que sirven a aquellos otros, y protección del suelo.


Nuestro Parque, privilegio y gozo, es también deber y obligación para los amantes de la naturaleza, que somos todos los montañeros habidos y por haber, inscritos y no inscritos en centros o Clubes, esos deberes son unos benditos deberes, son también para nosotros privilegio y gozo.

Y en este nuestro Centro de montaña, bien demostrado quedó lo que acabo de decir, en aquellos primeros pasos, benditos primeros pasos, por nuestros montes en busca de refugio, acomodo y nuevas rutas. Nosotros sabemos mucho de ese gozo de cuidarnos de la naturaleza.

Estoy seguro de que todos queremos que el Parque de Montaña del centro Excursionista Eldense, sea un verdadero parque natural que llegue un día a ser singularmente protegido por la administración Pública.


Escalinata de antiguos cultivos (frente al albergue)
Zona a proteger y repoblar

Monte tras el albergue.
Antigua viña ya cubierta de pinos.

 

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Capítulo IV

 

Factores que intervienen en la degradación del Parque

 

Avanza el desierto. Afecta grandemente al sur de la península, y en ello a Alicante, y a nuestro Parque. En buena medida se debe al deficiente uso del suelo, sobre pastoreo que deja el suelo desprotegido y favorable a la erosión, sequía y tormenta de agua en pocos minutos, no detenida por vegetación alguna, resbala por las pendientes. Arranca el suelo, y a veces en cuanto a erosión, produce catástrofes; la deforestación, los incendios, la presencia y atención de masas humanas.

La existencia de seres vivos de una comunidad después de una serie de factores: alimentos, vivienda, refugio y en gran medida de las condiciones de su entorno, si es frío o templado, seco o húmedo, e incluso el grado de inclinación de los rayos solares, del viento.

Contra estos factores es difícil la lucha, pero no imposible, siempre que el terreno no se encuentre en extremo de irrecuperable desnudo; mientras exista alguna capa de tierra puede regenerarse.


Almería es zona de grandes erosiones, pese a ello ha sabido aprovechar una gran parte de su terreno y lo ha convertido en lo que ellos llaman la "huerta de Europa", ayudados por el trasvase de aguas e inversiones de capital.

Gracias al estudio y a la técnica, antiguos páramos son hoy explotaciones agrícolas envidiables.

Los factores de riesgo que anteceden gravaban la vida de la sociedad almeriense; los factores de riesgo fueron vencidos.

A estos efectos, Almería es zona muy semejante a la nuestra. Nosotros también podemos vencer los factores de riesgo.

 


 
Erosión

 

 

 

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Capítulo V

 

Factores que conforman el Parque de Montaña:

Suelo, Flora y Fauna

 

A los factores que se examinan en este, se hizo referencia en el capitulo II pero de una manera general llamando la atención sobre los elementos del Parque que habían de ser objeto del trabajo. Y como allí, los clasificamos en tierra o suelo, flora y fauna.

Me extiendo y creo que demasiado en el desmenuzamiento de los extremos que se han tenido en cuenta en el estudio que recomiendo se habrá de hacer previamente a fin de poner en marcha lo que se pretende.

No obstante y como norma general se debe tener en cuenta que nuestro Parque sólo tiene unas 150 hectáreas y en tan corta superficie están además gran parte de las cuadriculas de estudio.

En cuanto al suelo la designación de los terrenos es sencilla.

En cuanto a la fauna daría muy poco quehacer, una ve; la flora que será en
realidad la única que ofreciera cierta complejidad abreviada porque las pocas hectáreas la limitarán a dos o tres clases de árboles y lo normal de arbustivos en este tierra. Claro está que todo esto corresponde determinarlo a los profesionales.
Suelo

Necesario su estudio dada su variedad, imperando los arcillosos, calizos y areniscos. Su composición, su espesor, su formación y la clase de vida vegetal y animal que en ella se da, o se puede dar.

Está formado por la descomposición de las rocas, por la acción del clima y la vegetación, que con su descomposición se integra a él formando la capa vegetal o humus que permite la vida, la posibilidad necesaria para el entramado de raíces, el paso del agua y los alimentos. Busca el equilibrio con la vegetación. Su formación se obtuvo tras el curso de miles de años.

Otro factor: las distintas alturas sobre el nivel del mar, y fondos y cauces.

El clima es otro factor interesante conocer y determinar el que impera en el Parque. Los datos para ello necesarios los habrían de facilitar pluviómetros y estaciones meteorológicas instaladas en sitios idóneos, podrían obtenerse datos precisos sobre el clima.

La temperatura. El grado de humedad en los diversos lugares del Parque; hallar la humedad del ambiente, con la presencia de nieblas, nubes bajas, escarchas y rocíos, que colaborando con las lluvias anuales, o nieve, prestan a la vegetación un ambiente húmedo; la distribución de los vientos, frecuencia, dirección y clase (secos o húmedos).


 

Flora

Las solanas y las umbrías, son zonas que se dan en el Parque y en las que la vegetación puede variar, la primera sujeta a la sequedad e insolación, y la otra más fresca y húmeda. Factor a tener en cuenta.

El antiguo propietario del Parque (Rabosa), tenía la finca bien plantada y cultivada: olivos, almendros, viñedo, frutales y cereales, Tenía una bodega (hoy comedor del albergue), con lagares, prensa y buen número de toneles; contaba con almazara y era de pan trillar, frente a la edificación. Al crearse todo esto desaparecería gran parte de la vegetación primitiva, seguramente encinar, que se esquilmaría con el carboneo. En los márgenes de éstos bancales o en los yermos en que se han convertido hoy, así como en las partes altas, una vez terminado el abancalado, aparece el matorral, como comunidad vegetal resultado de suelo y clima, en la que debió prevalecer seguramente el encinar.

Este matorral, comúnmente está formado por especies leñosas de corta altura: romero, lechetrez, coronela, brezo, aliaga, manzanilla, estepa, espliego, tomillo, uva de pastor {raimet de pastor), siempreviva, etc.

En su parte más alta aparece: la coscoja, matagallina, madreselva, y
más arriba, la zona del encinar. Este matorral es una de las primeras etapas de degradación del encinar.

En su parte baja, más próxima a los cultivos, aparecen las hierbas anuales: hinojo, cardo, corregüela, zaragatona, etc.


En nuestro Parque la vegetación arbórea más extendida y visible es el pino carrasco, que cubre una superficie de unas 32 hectáreas. Posiblemente nacieron allí, y dado el amor que su antiguo propietario les tenia, nada de extraño que ayudase a su proliferación, y desde luego nada de talas. Posiblemente estas pinadas vendrían a sustituir al encinar, desaparecido con el carboneo, la extracción de leña y la explotación maderera. Quizá se le eligiera por su rápido crecimiento, si bien el pino no corresponde a ninguna comunidad vegetal autóctona, si no a un proceso de reinstauración del bosque primitivo de encinar, y por su adaptación a vivir en condiciones de sequía, grandes calores, suelos de escasa profundidad y elevada tasa de germinación, se eligió el pino.

Los actuales pinares, y resto de la finca, primitivamente, serian encinares. Y quizá hoy podrían, en superficies aptas, reproducirse de encinas. Teniendo en cuenta que las condiciones fundamentales de clima y suelo no han sido apenas modificadas. Existencia de alguna gruesa y centenaria encina en terrenos del Parque, y otras perdidas entre el bosque nos animan en esta posibilidad.

En zonas elevadas, sobre los antiguos terrenos de cultivo (hoy yermos), hay presencia de encinar, y en ellos arbustos: lentisco, retama, helecho, musgo y líquenes frecuentes en la corteza de árboles (encinas) y recubriendo superficie de rocas.

Presencia de árboles de hoja caduca, que preparan el suelo, que forman de materia orgánica esencial para el desarrollo de la vegetación y conservación de la humedad.

Factor grave es la erosión que, si no se ataja puede en corto plazo traer consecuencias irreversibles, como se da en forma tenaz y grave al pie del Cantal del Moro, y en el barranco procedente del Calafate.

 

 

Fauna


El parque no es zona rica en especies animales, ni siquiera de las especies comunes: conejo, perdiz, jabalí, y sin embargo, el enclave es ideal para su población, esencialmente por ser zona donde existe, en parte, el bosque, no hay urbanizaciones, se comunica con "Las ventetas" y "Rincón Bello" (hoy del ICONA). Quizá la limitación se deba a ser especies consideradas como alimañas: zorro, gineta, comadreja, gavilán, cernícalo, mochuelo y alguna águila, a quienes antaño se las consideraba perjudiciales y se las exterminaba con la colocación de trampas y veneno, que pusieran en marcha la muerte en cadena: el pequeño mamífero lo consume, son devorados por grandes mamíferos y aves, que son asi mismos victimas; también el empleo del hurón por los cazadores, contribuye a ello.

Las aves son factor que requiere estudio sobre su existencia en el Parque que debe ser muy variada aunque con evidente disminución, sufrida como en otras zonas. Causas, probablemente: destrucción del habitat, conversión de bosques en eriales, incendios, persecución, caza incontrolada, con redes y liga, repoblación de pinos en zona de cultivos, sequía y fuertes calores.

Hace muchos años durante el día observaba, estando en "Las Ventetas", próximo a Rabosa, el majestuoso vuelo del águila y por la noche el canto del búho, que anidaban en el Cid y Peñas del Mas y de la Pinada, en el Rincón Bello. Por toda esta zona era frecuente ver: gavilán, cernícalo, milano, halcón, lechuza, herrerillo. Golondrina, pardillo, pájaro mosca o colibrí, jilguero, tórtola, estornino, alondra, totovía, ruiseñor (que solía anidar en la olmeda que había, o hay todavía, incipiente en el Rincón Bello), perdiz, abubilla, gorrión, cuervo, grajas, blancas, etc. y que sin duda serian idénticas especies a las existentes (al menos en aquél entonces), en el Parque.

La población de los animales de tierra, debe estar disminuida, afectada por causas iguales a las expresadas antes. Esta disminución trae el aumento de la colonia de roedores. Entre las especies que habitan, o habitaron, en el Parque, se puede distinguir: el gato montes, el zorro (debió ser abundante en el Parque por el nombre originario de Rabosa), la gineta, la comadreja, tejón, hurón, quizá la ardilla, el jabalí (tan prolifero últimamente), la liebre, el conejo, la rata, el ratón común, el ratón de bosque, el ratón de campo, el murciélago que al anochecer se veía en raudos virajes a la caza de insectos.

Otro factor del Parque que completa su vida, son los reptiles y anfibios. No he tenido oportunidad de ver culebras en el Parque, y sin duda las hay, pues en la Venteta, terrenos similares, las vi y en buen número, en ciertas épocas: salamanquesas terrestres (el llamado dragón), lagartijas, lagarto común, culebras: de escalera, de herradura, viperina, víbora (escursó o sacre), culebra ciega, serpiente de agua y entre los anfibios: la rana verde, el sapo común y el sapo corredor.

En los terrenos áridos (el Parque lo es en gran medida), la fauna ha de adaptarse al medio para sobrevivir. Su organismo está preparado para la escasez; su movilidad le permite buscar el agua que necesita. Tras esas lluvias torrenciales tan características de nuestra zona, se aviva la fauna, y a las pocas horas se llena de sapos que estaban desde hacia meses en letargo, se aparean, ponen huevos y se esconden de nuevo hasta la nueva lluvia; seleccionan los huevos, alcanzan madurez y con la última humedad se entierran.

LOS insectos emergen de sus huevos o de sus larvas y se encuentran a sus anchas ante un campo plagado de verdor y de flores y completan la "despensa". No falta alimento para nadie, todo es prosperidad y cumplirá su misión biológica.

Se aprecian diferencias notables sobre concentración de especies, según sea solana o umbría, que cuenta con mayor contingente por la posible humedad: también entre ramblas, barrancos y cortados.

Las flores a traen a las abejas, base de la alimentación de los abejarucos, que anidan en la proximidad, túneles excavados en cortados y taludes, en donde suele se presa de la culebra de escalera, que a su vez suele ser sorprendida por un erizo, goloso de la especie. La perdiz anida en los atochares, que persigue el águila perdiguera, que busca conejos y zorras que registran los atochares y retamares en busca de nidos. El palmito, en terrenos áridos, producen frescor y sombra, y a él suelen acudir, acogerse, diversidad de animales, anfibios y reptiles. Este seria un panorama biológico perfectamente adaptable a nuestro Parque de Montaña, que se debe vigilar, o mejor, estimular, plantar, proteger, obtener asi lo que se debe perseguir: conseguir un área de naturaleza digno.

El sotobosque (vegetación bajo el bosque), lo forman: la maquia y el matorral o gárriga. El primero vegetación leñosa de alto porte, y el segundo, arbusto de escasa envergadura. En la maquia está: el lentisco, madroño, carrasca, encinas pequeñas entre otras; el hombre lo ha empleado en leña y carboneo, y sustituido por el pino, de crecimiento rápido. La maquia o maquis, protege el suelo de la erosión, previene avenidas, resiste frente a la sequía, al fuego, a las heladas, atesora el agua y regula la humedad, circunstancias que mantienen una densa fauna.

El matorral lo forman, entre otras especies; la jara, coscoja, retama, espliego, romero, tomillo, con valores ecológicos similares a la maquia, y además sus flores permiten a las abejas elaborar la miel.
---- Ambos elementos o factores son ampliamente adaptables a nuestro parque, razón que aconseja conservar, proteger y ampliar en lo posible, las zonas hoy existentes.

Tema importantísimo en el Parque, es la erosión, muy manifestada al pie del Cantal del Moro y en el barranco y arrastres en él producido, y que viniendo del Calafate se dirige raudo y veloz hasta
Las ventetas y el Racó de Xoli {Rincón Bello), y buena prueba el arrastre camino y recio paredón que conducía a la finca de Antonio Herrero. Hay otras, muchas, zonas de erosión en el Parque, dada la dureza de su relieve, con avenidas y fuertes torrenteras. Otro factor influyente en la erosión, a tener en cuenta, es el excesivo paso y trasiego de excursionistas: hondo del barranco al final de los yermos de la antigua huerta y paso a la parte frontal del albergue, y posiblemente grave, el paso de motocicletas y bicicletas, por los profundos surcos que dejan que facilita el paso de aguas pluviales y el arrastre de materiales. El camino carretero que va al Calafate y Lálach, y al collado, como el que asciende a los Rasos de Catí.

Otro peligro es el incendio (tuvimos dos provocados), es el mayor riesgo de degradación del Parque. Amenaza que recae principalmente en la pinada que cubre 32 hectáreas. La época de riesgo abarca desde finales de la primavera hasta el otoño con la presunta llegada de las lluvias; siendo agosto y septiembre los peores meses, de mayor riesgo, mayor presencia humana y déficit hídrico.

Riesgo de degradación, a más de los detallados, se da también en la presencia de la carretera asfaltada de acceso al Parque, en los atajos en los diferentes senderos, que cortan la senda y facilitan la erosión.

La degradación del Parque se ve agravada con el pisoteo de cientos de visitantes, en los accesos al albergue, terrenos de la capilla, lugares de deportes, de acampadas, aparcamiento de coches, cocinas, leñeros, antigua huerta, etc.

Capítulo interesante en el Parque es el agua. Son dos los manantiales con que cuenta, existentes al fondo de la vaguada que hay bajo el "Rincón de la Bola"; uno abastecía el caserío de Rabosa que contaba con una alberca (hoy cubierta) destinada al uso doméstico y riego del jardín y huerta de los aledaños de la casa; el otro vertía en otra balsa que era lavadero y regaba la huerta y árboles frutales en los bancales en declive al barranco, hoy inutilizada, pero conducido su caudal a un depósito de servicio para las acampadas. En el barranco procedente del Calafate y dirigido hacia el Rincón Bello hay vestigios de humedad e incipientes nacimientos que la mantienen y en el que existe un curioso charco, o "tolla", mitad de agua salada y la otra mitad dulce, separados por una pared rocosa. Los lugareños de las fincas limítrofes, antaño, se suministraban del agua salada para el aderezo de aceitunas.

Son nacimientos constantes y seguros. Recuerdo que hubo unos veranos de gran sequía, los puntos de abastecimiento de agua se secaron y acudían a suministrarla al nacimiento de Els Nadáis, junto a la, finca de Antonio Herrero, en el barranco, y a la propia finca de Rabosa, circunstancia que viví, y que demuestra la seguridad de éstos nacimientos.

Es zona acuífera y lo demuestra la existencia en el Rincón Bello {Racó de Xolí), de una galería construida por una sociedad alicantina, cuya explotación he conocido y que se frustró por la resolución de un pleito, interpuesto contra la misma, por mi padre, en evitación de secar los nacimientos y abastecimiento de balsas de riego.

Humedad permanente en esta zona importante para la reconversión forestal y arbustiva de la misma. Son manantiales sin peligro de contaminación. Los pequeños existentes en ramblas suelen ser aguas salobres.

El terreno agrícola de Rabosa, en otro tiempo cultivado, que he conocido, plantados olivos, almendros y vid principalmente, debe tratarse de un suelo de cierto espesor, que ante el abandono de cultivos se ha convertido en matorral y con signos de recuperación del bosque, a cuya acción se debe ayudar con la repoblación de especies autóctonas más aconsejables.

Afortunadamente la ganadería, el pastoreo, no está permitido en el Parque, su entrada sería perniciosa y principalmente la del cabrío.

Gracias a la declaración de zona de seguridad, la caza no constituye perjuicio alguno, convirtiendo el Parque en zona de refugio y hábitat de especies animales. La presencia de cotos de caza en terrenos limítrofes, puede convertirlo en refugio de las especies castigadas.

El Parque es zona de esparcimiento y fue precisamente para lo que se creó, y cuya realidad ha superado a la intención: acampadas, refugio, convivencia deportiva, excursionismo, senderismo, marchas, etc. Pero también tiene sus inconvenientes que pueden ser perfectamente superados con el cuidado y respeto por parte de los visitantes que les conduzca a un amor a la naturaleza y un trato del Parque como cosa propia, como en realidad es.

 


Erosión

Cantal del Moro Fuerte erosión

 

 
Sotobosque

 

Sotobosque: Retamas, Pinada
Sotobosque: Encinar

 


Pinada y Sotobosque

Sotobosque: Ejemplar de Gamborena.

 

 
Degradación

 

Sotobosque y pinada. Aviso “zona de seguridad”
Degradación y erosión
Repliegue del bosque por el cultivo
Antiguos cultivos.
Zona de protección y repoblación autóctona
Pinada y sotobosque. Tendido eléctrico. Peligro

 

 

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Capítulo VI

 

Formas y probables soluciones

 

Para el estudio de factores interesantes y su aplicación al desarrollo biológico de nuestro Parque de Montaña, pudiera ser básico tener en cuenta diversos aspectos y circunstancias.

Por ejemplo:

Determinar el tipo climatológico del Parque, su clima general, temperatura media del mes más frío, y del más cálido; precipitaciones totales de los meses de mayo, junio, julio, y agosto; y total general.

Tener en cuenta las distintas alturas del relieve que circunda el Parque. Estudio de la capa, o suelo vegetal, composición y espesor para poder determinar las plantas que en ella podrían desarrollarse, unas precisarían terrenos calizos, o silicios, otras suelos profundos, a quienes les bastaría una delgada capa, a veces sobre rocas, en fisuras o grietas. Análisis que permitieran la distribución de plantas sobre el terreno del Parque. También influiría en tal distribución la acción del viento, la insolación, la pendiente.

Con el estudio de estos antecedentes se puede llegar a la conclusión de la existencia de un determinado grupo de vegetales, con elementos similares que podrían convivir en lugares o zonas, que reúnan condiciones mínimas, y llegaría a constituir una comunidad vegetal. Obtendríamos o tendríamos distintas comunidades vegetales, con sus características determinantes, y cuya conjunción constituiría lo que podríamos denominar Paisaje Vegetal del Parque de Montaña.

Este paisaje vegetal, en la actualidad, es el que pretendemos proteger, vigilar, ampliar y adaptar a las condiciones que presenta. En el actual encontraremos, sin duda, algunas especies, resto o reliquia, de la vegetación primitiva, que cubriría en el terreno del Parque antes de ser alterado por el hombre. Hemos de conocer cuales son, o fueron en otro tiempo, buscando, pretendiendo, su regeneración; y cuya decadencia o extinción se debería no sólo a la acción del hombre si no también a la erosión, y otros factores.

Posiblemente en este estudio de la vegetación primitiva, de hace miles de años, no encontraríamos el pino, el pino carrasco, del que en periodos últimos se ha repoblado, y se repuebla, grandes extensiones. En gran parte se ha sustituido la vegetación natural mediterránea, por estas coníferas de crecimiento rápido, de pronto aprovechamiento, pero que agravan el peligro de incendios, la resina que producen, el suelo plagado de hojas, de piñones, de cortezas, madera menos compacta, todo ello altamente inflamable. El pino debe desecharse, su repoblación, debe en el Parque, regenerarse con plantas autóctonas.

También es propicio al incendio el eucaliptos, igualmente de crecimiento rápido y pronto aprovechamiento, que además al absorber el agua del subsuelo, impide el asentamiento de especies arbustivas. Tampoco es planta autóctona (oriundo de Australia).

He reiterado que este trabajo quiere iniciar el camino que conduzca a la mejor restauración de la vida del Parque; la indagación de las especies autóctonas que pudieron poblarlo, que indudablemente serían las mismas de su zona geográfica, me parece un extremo importante; pero no se trata de encomendar un difícil estudio que, por otra parte, no sería útil, mientras no conociéramos las diversas aptitudes del suelo que es lo primero, lo más necesario.

El conocimiento de la situación primitiva de la capa vegetal de esta zona, posiblemente habrá sido abordado en ocasiones por los curiosos de la historia; todo está en los libros y en las bibliotecas, y puede intentarse ese conocimiento sin la precisión de encomendarlo a investigadores. Incluso puede ser que la publicación de este trabajo nos depare algún estudioso lector que nos comunique noticias sobre el asunto.

Y hemos de recordar aquella conferencia de Doña Pilar Megía Rico, persona de raíces petrerenses, Directora General del Medio Natural de la Comunidad de Murcia, que de forma clara y amena, expuso las circunstancias ambientales de un parque de características similares al nuestro, con muy fuerte erosión, con empobrecimiento, con peligro de desertización, en el que en terminados lugares había conseguido su recuperación, previo estudio y proyectos que le valieron distinción europea y ayudas económicas.

 

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Capítulo VII

 

Resumen


Mi gran amor a la naturaleza y mi gran deseo de hallar para nuestro Parque lo más conveniente, me lleva a establecer aquí un programa a desarrollar con regularidad y sin tener en cuenta el tiempo, que es fruto de lecturas, reflexiones y consultas, que me han permitido esbozar una serie, quizá deshilvanada de elementos y condiciones que pudieran ayudar al encauzamiento de mis buenos propósitos respecto de un Parque que por llevar mi nombre casi me parece un tema de conciencia. Puede que el profesional, o instruido, lo entienda seguramente, desproporcionado, erróneo, o exento de preparación y estudio, pero mejor que criticas deberíamos esperar ayuda de sus conocimientos. Podría ser un buen servicio a los demás.

Y dicho esto y en orden al citado desarrollo podemos exponer:

Interesante la regeneración del bosque en terrenos de cultivo abandonados y esencialmente repoblación de especies vegetales autóctonas, las que hace miles de años constituyeron el bosque. Nada de pinos ni eucaliptos. Esta opinión sigue criterio de profesionales.


Importante la creación de un vivero, en los aledaños del albergue. Empleo de simientes, recogidas en otoño, de las especies, tanto arbóreas, arbustivas, o de matorral, existentes en el Parque; otras solicitadas a los viveros del ICONA. Se plantarían en los lugares determinados, de acuerdo con lo expuesto en el capitulo anterior. Su plantación sin remover el suelo, fijando la planta y conservando el suelo, que ha de ser su hábitat, con todas sus consecuencias, sin airearlo ni removerlo.

En aquellas zonas más degradadas, con suelo delgado, o erosionada, es recomendable iniciar el proceso con especies arbustivas. Ni es interesante efectuar repoblaciones masivas, ni éstas seguir un orden o hileras. Su crecimiento y desarrollo debe ser adecuado y de auto generación.

Creación de parcelas experimentales en las que se estudia la germinación y crecimiento de especies arbóreas, arbustivas, herbáceas, autóctonas; parcelas que deberán ser elegidas en distintas zonas con diferentes condiciones físicas. En los sitios húmedos conveniente vegetales que irían bien, y que probablemente fueran diezmadas. El roble se adapta a suelos secos. El haya a suelos calcáreos.

A los suelos estériles se adaptan arbustos como: brezo, aliaga, romero, tomillo, jara; en ramblas: retamas, adelfas, higueras, capaces incluso de remitir el empuje de las avenidas de agua y lodo.

La escobilla es planta de tierra árida, salina, con presencia de yeso. Otras de tierras áridas son: palmito, coscoja, aliaga, espino, estepa, chumbera, pitera, matagallos, gamonita, salicornia, esparto austero y resistente de arraigado aprovechamiento que constituyó una importante industria, arrinconada, arruinada al desplazarlo y sustituirlo por otros productos, abunda en sequedales cubriendo grandes extensiones.


Quizá fuera interesante, para su reproducción, la repoblación de ejemplares de roble valenciano, o quejigo, autóctono que se da en la Comunidad Valenciana y principalmente en la Font Roja.

Importante la poda o limpieza de carrascales achaparrados, dejando uno o varios pies para, con el tiempo, convertirlos en árboles o encinas.

Conveniente la acumulación distribuida de desperdicios y basuras con separación de cristal, papel, metal, plásticos y dejar la materia orgánica para crear una base de estiércol o abono a incorporar, en su día a los terrenos de repoblación. Inconveniente la proliferación de ratas.

Colocación a las entradas del Parque de paneles, al estilo de los colocados por el ICONA y la Diputación, en donde de forma clara, concisa y concreta, establecer las normas básicas de respeto y convivencia en el Parque, igualmente, y terminado o avanzado, el estudio científico del Parque, quizá fuera conveniente colocar, también paneles, en las inmediaciones del edificio, en lugar destacado y visible, describiendo la vida animal y vegetal del Parque, con indicación de las especies que lo habitan. Así mismo, panel con el croquis o esquema de los itinerarios y lugares de interés.

En el aspecto didáctico puede, y debe, servir para que los alumnos de centros escolares y de estudios, realicen trabajos del bosque y rutas culturales, convirtiéndole en aula de la Naturaleza. Ser Aula-laboratorio a nivel universitario que pueda realizar estudios, para lo que cuenta con albergue dotado de servicios necesarios e incluso zona de acampadas.

Las posibilidades del Parque, incluso recreativas son muchas e importantes y de hecho están cumpliendo su cometido satisfactoriamente.

Es de desear surja un equipo de amantes que estudie, programe y trabaje en el desarrollo de nuestro Parque, para el que solicitar de la directiva del Centro Excursionista Eldense, el local, piso alto del albergue, que sirviera de almacén y lo necesario para su trabajo, dentro del cual podría estudiarse entrar en contacto con organismos estudiosos a quienes consultar, aconsejarse, viveros forestales, semilleros e incluso solicitar subvenciones a la Conselleria de Medio Ambiente nacionales, regionales y locales, y también, ¡porqué no!, de la Comunidad Europea, de la que consta la existencia de ayuda para tales fines.

 

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Capítulo VIII

 

Datos que pudieran ser interesantes Tomados del estudio ecológico del término de Petrer

 

Realizado por Bernardo Arroyo Morcillo, Carlos Martín Cantarino,
Luís Rico Alcaraz y Ángel Sánchez Pardo

 

Considerando muy interesante y de plena aplicación a este trabajo, me he permitido entresacar del estudio ecológico del término de Petrer realizado por Bernardo Arroyo Morcillo, Carlos Martín cantarino, Luís Rico Alcaraz y Ángel Sánchez Pardo, unos conceptos y expresiones dignas de tener en cuenta por la similitud del terreno estudiado por estos con los que forman nuestro Parque de Montaña, y que permitirá establecer correlación entre ambos y facilitar el estudio y desarrollo de lo que es objeto este trabajo.

El estudio ecológico de referencia está basado en la adopción de medidas adecuadas para la conservación y potenciación de los valores fáunicos y botánicos.

La base de la conservación de la naturaleza es su conocimiento, de sus valores, por el inventario y análisis de los elementos biológicos, de su requerimiento ecológico, su estado natural y riesgos para la supervivencia de las poblaciones.

Se deduce que la zona de nuestro Parque es zona de vegetación que se considera de alto valor, y en ella no debe permitirse actuaciones distintas a las que ya presentan y tomar medidas para que desaparezcan las actuales fuentes de perturbación. Las amenazas que se ciernen sobre la formación vegetal provienen de la transformación del Parque en área recreativa, el fuerte pisoteo, vertido de basuras, la orla de vegetación que rodea el albergue y anexos va retrocediendo año tras año, degradándose en forma casi irrecuperable, no obstante hay lugares protegidos dado lo abrupto del mismo, y a los que debería impedirse la actuación humana, en los cuales debe incompatibilizarse cualquier repoblación forestal, con el mantenimiento de estos valores botánicos.

Las instalaciones aéreas de tendidos eléctricos son un impacto negativo en las distintas poblaciones más sensibles a las de las aves: electrocución y colisión. Peligrosas cuando atraviesan zonas arboladas, entre pinares y cultivos; son posaderos u oteadores privilegiados para ciertas aves. Suelen incumplir la actual legislación sobre medidas protectoras para la fauna, afortunadamente en el Parque solo existe un tendido. Debe, por todos los medios, evitar otros.

Los caminos y carreteras son factores para la fauna, su anchura, frecuencia y velocidad de vehículos, los convierten en trampas para erizos, anfibios y reptiles que suelen acercarse para calentarse o atrapar presas. El paso intenso de visitantes por caminos y sendas molestan y perjudican la nidificación de las aves, los cortafuegos, abiertos para extinción de incendios, en determinados casos aumentan el riesgo, constituyen degradación del medio ambiente, que además del impacto visual, la vegetación tardará mucho en borrar.

Las repoblaciones arbóreas reducen la superficie de terreno donde las especies encontraban un recurso abundante, y ocasionan pérdida de su hábitat.

La existencia de la cordillera Bética, en cuyas partes bajas se encuentra nuestro Parque, entre otros lugares tiene consecuencias ecológicas enormes, las lluvias no llegan o lo hacen con grandes dificultades a causa de esta barrera que la cierra por el norte y por el oeste. La escasez de lluvias, tiene como consecuencia el aspecto desértico de la cubierta vegetal.

La vegetación del Parque de Montaña es parecida a la del Racó de Xolí (Rincón Bello).

El Parque está considerado como uno de los puntos del término de Petrer donde es más visible y extenso los efectos de la erosión. Desde la zona de acampadas se observa la amplitud del fenómeno, los ribazos del barranco que baja del Calafate y el que baja de la parte cultivada, asolados por vertederos profundos, paredes desmoronadas y derrumbes por todas partes; la vegetación no ha podido establecerse en pendientes tan estériles. El fenómeno de la erosión es muy complejo y ser muchos los factores determinantes, en nuestro Parque se puede considerar como más importante el abandono de los cultivos, seguido de hundimiento de márgenes, pero también de la elevada pendiente y de la naturaleza blanda, muy erosionable, del sustrato, de margas de yeso de colores rojos y grises verdosos que tanto abundan. De hecho las zonas con más marcado signos evidentes de erosión suelen ser la que en superficie tienen estos materiales, o de tipo parecido. Curiosidad es que las comunidades vegetales que allí se establecen están muy adaptadas a la vida en los yesares, y por ello abundan en nuestro Parque.

El término de Petrer, donde se encuentra ubicado el Parque, situado a caballo de dos provincias geobotánicas:

La catalano-valenciana-provenzal y la Murciano-almeriense; de dos regímenes pluviométricos: el semiárido y el seco; de dos pisos bioclimáticos: el mesomediterraneo inferior y el de en medio; ocupa por tanto una situación especial, con clima no tan árido, disponiendo de agua, de bosques y pinares, que suministran leña, carbón abundante y buenos pastos. Disponía Petrer de una economía relativamente equilibrada.

Los yesares (algeps), sulfato de calcio (SO4Ca2), es una sal, y como todas las sales, cuando se encuentran con exceso en el suelo, constituyen un problema para la vida de las plantas. Ello se da bastante en el Parque.

Hay, en el Parque, terrenos arenosos, cuya característica principal es que el sustrato es móvil, inestable, y ello resulta peligroso para las plantas, que en cualquier momento, cuando el viento mueva la arena sus raíces pueden quedar al descubierto e incluso quedar colgadas, y podría morir. La arena filtra con rapidez el agua de lluvia, y no la mantiene en el primer nivel subterráneo, que es del que normalmente se aprovecha la planta. La humedad es muy escasa, el agua corre hacia capas más impermeables, margas y arcillas, impidiendo su evaporación, manteniendo una humedad que pueda aprovechar las plantas siempre que sea capaz de llegar, sus raíces, a niveles profundos.

Las tierras bajas y sobre todo las solanas están sometidas a condiciones semiáridas, y por ello se comprenderá mejor el riesgo que corren de desertización, y la necesidad de una actuación responsable.

Todo es cuestión de educación y como consecuencia de ello, gran respeto a la naturaleza.

En 1991 estuve en Dapón y recuerdo la preparación del japonés para el trato con lo natural, sin duda derivado de sus creencias religiosas, del sintoísmo, que tiene como consecuencia el vivir en perfecta comunión con la naturaleza. Creencia compatible con el budismo (pueden practicarse las dos religiones a la vez) pero que se traduce en un profundo respeto a la naturaleza, a la que diviniza. Las distintas regiones que recorrimos, son ricas en vegetación, las colinas, las elevaciones, montañas cubiertas totalmente de bosques, todo verde, ni un palmo de tierra libre las partes bajas y llanos cultivados, esencialmente campos de arroz.

El bosque y la montaña ocupan un 80% de la superficie total, esmeradamente cuidado, más bien mimado, de aspecto impresionante, da idea de que no se puede transitar por su interior. Muchos parques naturales, que cuentan con la protección y cuidado del Estado. Se cuidan como si fueran jardines.

En nuestra zona la presencia de un núcleo urbano supone que a su alrededor no hay vegetación, bosque, arbolado, ha ido este retrocediendo ante el avance de la urbanización; en el Japón, al menos lo que vi, los poblados están envueltos por una densa capa arbórea y de vegetación, y da la impresión de que, de forma implacable y ordenada avanzara sobre la urbanización, el poblado, para devorarlo, invadirlo, asumirlo. Siglos de principios religiosos y de educación les ha llevado a este resultado feliz.

Mucho camino, quizá imposible, nos quedaría recorrer a nosotros para llegar a tan benéfico resultado.

 

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Capítulo IX

 

Especies, vegetales y animales que, probablemente un día, ocuparan el Parque de Montaña "Daniel Esteve"

De algunas que se extinguieron, o se ausentaron y de otras que, presumiblemente quedaran o pueda llegarse a su recuperación

 

 

Aves

Aves de especies extintas o en peligro de extinción, y causas principales: Aves de presa muy sensibles a las molestias de excesiva humanización del medio, que puede obligar a cambiar de lugar. Persecución del hombre, problema de educación y respeto, ignorancia del papel de los depredadores en el equilibrio ecológico.

 

Extintas

Águila perdiguera (persecución de cazadores y colombófilos).

Cernícalo (Cambio de sistema agrícola).

 

En peligro de extinción

Águila Real, Buho Real, Halcón peregrino, Tórtola común.

 

Aves sedentarias, cuyo habitat se encuentra en laderas rocosas con árboles o arbustos,
área de montaña:

Águila Real (en el Cid), en peligro de extinción. Avión roquero. insectívoro. Nido de barro en acantilados.

Buho Real. (En el Cid y Racó de Xo7f), en peligro de extinción en nuestra zona.

Cogujada montasina. Granívora. Abundante.

Collalba negra "Culiblanca". insectívora. Nido en huecos y grietas rocosas.

Cuervo. Carnívoro. Nido en árboles y cantiles rocosos.

Chova paquiroja, "Gralla de bec roig". Insectos y semillas. Nido en agujeros rocosos.

Escribano montesino, "Sit blau". Grano y artrópodos. Nido en el suelo de laderas rocosas con árboles y arbustos.

Grajilla, "gralla". Carnívora. Nido en cantiles rocosos.

Lavandera Cascadeña, "Perpisa". insectos e invertebrados. Nido en las rocas.

Paloma bravia, "colom roquer". Granívora. Nido en huecos y grietas rocosas.

Roquero solitario, "Merla blanca", insectívora. Nido en huecos y grietas rocosas


Aves cuyo habitat son espacios abiertos con matorral, arbolado o cultivos. Sedentaria.

Curruca rabilarga, "Busquereta". insectívora. Nido en el interior de arbustos.

Estornino negro, "Estornen". Carnívoro. Nido en orificios roqueros.

Gorrión común, "Teuladi". Granívoro. Nido en árboles, edificios.

Perdiz común. Granívora. Nido en el suelo.

Tarabilla común, insectívora. Nido en el suelo.

Tórtola. Granívora. Nido en árboles. En peligro extinción.

Urraca, "Blanca". Carnívora. Nido voluminoso en ramas de árboles.

Verderón común. Semillas. Nido en árboles.

 

Aves sedentarias, con hábitat en bosques y áreas arboladas:

Arrendajo común, "Bellotero". Dieta mixta. Nido de árboles.

Carbonero común, insectos y semillas. Nido en huecos y cavidades.

Carbonero garrapinos. Dieta mixta. Nido en huecos, muros y en el suelo.

Herrerillo capuchino "capellanet". Dieta mixta. Nido en cavidades que excava.

Ruiseñor bastardo. insectívoro. Nido entre la espesura, vegetación densa.

Mirlo común "merla". Dieta mixta. Nido en ramas de árboles o arbustos.

Pito real, insectívoro. Nido en tronco de árboles.

Cárabo o gamarús. Rapaz nocturna. Nido en agujeros de árboles.

Mochuelo común. Rapaz. Nido en huecos de árboles.

Lechuza común. Rapaz. Nido en árboles, rocas, cavidades.

Águila ratera. En vias de extinción. Gavilán. Antes abundante, hoy ausente.

 

Aves migratorias, procedentes de diversos países, con hábitat y nidificación variada.

Abejaruco (África). insectívoro, principalmente abejas. Nido en taludes que excava.

Abubilla "Puput, o apupü". Dieta, insectos y lagartijas. Nido en huecos de árboles o muros.

Alcotán o Falcó. (África). Dieta, aves e insectos. Nido, aprovecha el de los servidos. En vías de extinción debido al expolio de huevos y pollos.

Avión común "golondrina". (África). Insectos al vuelo. Nido de barro.

Cernícalo vulgar. Nido en cortados rocosos, árboles y edificios. Escasa presencia por expolio de huevos y pollos, y persecución.

Codorní. (África). Granívoro. Nido en el suelo. Escasa.

Chotacabras pardo. (África). Dieta, insectos, escarabajos. Nido: deposita los huevos en el suelo. Nocturna.

Golondrina común. (África), insectos al vuelo. Nido de barro, en edificios.

Halcón peregrino. Dieta: aves cazadas al vuelo. Nido en cortados rocosos, árboles, postes, apenas hay: persecución, expolio de huevos y pollos.

Jilguero "cagarnera". (Europa central). Semillas. Nido en árboles.

Mosquitero papialbo "busquereta". (África). Insectívoro. Nido en el suelo.

Paloma torcaz. Granívora. Nido en árboles, ténus de ramita.

Pardillo común "peixarrell". Granívoro. Nido en el suelo.


Ruiseñor común. (África), insectívoro. Nido en el suelo.

Tórtola común. Granívora. Nido en el suelo o en zarzal denso.

Totovía. Granívora. Nido en el suelo.

Vencejo común. (África). Insectos al vuelo.

Vencejo real. (África). Dieta, aeroplacton. Roquedos abruptos, en colonias.

Verdecillo "gafarro". (Europa central). Granívoro. Nido en follaje de árboles.

 

Anfibios

Rana común, insectívora. En cualquier acumulación de agua: balsas, charcos, acequias. Se solea sobre rocas, ramas a orilla del agua. Disminución por contaminación de las aguas.

Sapo corredor. De actividad nocturna, escondido durante el día. En lugares bastante áridos y húmedos. Corre, no salta.

Sapo común. De unos 15 cms. Gris terroso, piel rugosa, devorador de babosas, escarabajos, grillos, hormigas, orugas.

Sapo moteado. Unos 15 cms. Gris verdoso con verrugas. Nocturno. En aguas permanentes.

Sapo partero. Común, unos 15 cms. Manchas verdes. Nocturno. En ramblas. Canto a intervalos de tres segundos.

 

Reptiles

Culebra bastarda. Unos dos metros. Verde y terroso con manchas oscuras en el dorso. Dieta: insectos grandes, anfibios, reptiles, pequeños mamíferos, aves y puestas. Habita en lugares montañosos con vegetación arbustiva densa. Posee glándulas venenosas pero conectadas a los clientes de la parte posterior, casi imposible de inocular, veneno muy poco activo. En verano suele buscar refugio en el interior de las casas.

Culebra de collar. Unos 120 cms. Dorsal grisáceo verdosos. Dieta: ranas, sapos, renacuajos. Habita en zonas húmedas; acumulaciones de agua.

Culebra de escalera. Unos 150 cms. Dorsal gris amarillento con dos líneas oscuras que recuerdan el dibujo de una escalera. Dieta: pequeños mamíferos, insectos grandes. Habita en lugares de vegetación muy densa y seca, se solea en vallas, piedras y en el suelo.

Culebra de herradura. De tamaño medio. Dibujo en forma de herradura en la parte posterior de la cabeza. Dieta: aves pequeñas, reptiles y mamíferos. Habita en laderas secas y vegetación arbustiva.

Culebrilla ciega. Subterránea parecida a una lombriz, de cuerpo anillado. Dieta: pequeños insectos.

Lagartija cenicienta. Pequeña, grisácea, pardusca u ocre. Dieta: arañas, escarabajos, hormigas. Vive en vegetación no muy alta: tomillares, espártales, en ramblas, terrenos arenosos, en laderas orientadas a poniente.

Lagartija colilarga. De cola dos o tres veces más larga que el cuerpo. Insectívora. Habita en laderas de montes cubiertas de matorral o pinar.

Lagartija colirroja. Adaptada a medios arenosos. Dieta: hormigas. Activa de día y noche. Se solea.

Lagartija común. De cola verdosa, insectívora. En lugares secos y calurosos, suelos pedregosos, tapias y muros, tomillares.

Lagarto ocelado. unos 80 cms. Dieta: saltamontes, escarabajos, caracoles, babosas, mil pies. Es presa de águilas y culebras.

Salamanquesa común "dragón". De cuerpo aplanado y escamoso, ojos grandes de pupila vertical, dedos con uñas. En leñeros, tejavanas, junto a las casas.

Casi todas estas especies son protegidas.


Mamíferos

Comadreja. Gran depredador de ratas y ratones. Activo por la noche. Cría en huecos de árboles, márgenes, montones de piedras. Habita en cultivos, montes, cercanías de urbanizaciones.

Conejo. Fue muy abundante. La mixomatosis y la sobre caza los diezmó en forma alarmante. Es dieta de numerosos depredadores, su escasez les ha forzado a variar de alimentación en peligro de otras especies: perdices, palomos, que con el hombre, ven también reducido su número. El parque reúne condiciones precisas para su recuperación.

Erizo. Nocturno. Iberna. Dieta: insectos, caracoles, pequeños vertebrados: ratones, lagartijas, ranas, serpientes, frutos. Es presa de búhos. La contaminación de productos químicos les afecta, así como la circulación de vehículos.

Gineta. Nocturna. Dieta variada cría en las grietas de las rocas. Habita en zonas de fuerte cobertura vegetal, arbustivo y arbóreo.

Jabalí. Nocturno. De dieta variada, prefiere los vegetales: frutos, bulbos, raíces. Habita en zonas montañosas, barrancos cubiertos de vegetación. Hasta hace poco era desconocido en el término, en el Parque la población va en aumento.

Liebre. El Parque de Montaña no reúne las condiciones de terreno que precisa esta especie, menos abundante que el conejo.

Lirón careto. Roedor. Habita en lugares secos y rocosos con cobertura vegetal.

Musaraña común y musarañita "Ratetes". insectívoro. Recuerda a un ratón. Activo durante todo el día. Es victima de gatos, perros, zorros, ginetas, rapaces nocturnas. Habita en márgenes, pedregales cubiertos de vegetación herbosa, viñas abandonadas con vegetación gramínea.

Rata común. Roedor, se adapta a todas partes. Se alimenta de cuanto cae a su alcance. De gran potencial reproductor. Muy extendido contribuye a ello la gran cantidad de basureros. Sus depredadores: rapaces, carnívoros, comadrejas, erizos, etc. No son capaces de controlar su número.

Ratón casero. De dieta variada. Habita en todas partes. Si el alimento es abundante y los depredadores: lechuza, mochuelo, búho chico, etc. han sido eliminados puede alcanzar densidades muy elevadas y difícil de dominar.

Ratón de campo. Roedor. Nocturno. Dieta mixta, animal y vegetal. Muy extendido en cultivos, huertas, matorrales y sobre todo en pinares (roe las pinas), corre a saltos al tener las patas posteriores más largas. Es presa de rapaces nocturnas.

Ratón mediterráneo. Roedor. Ligado a la actividad humana. Habita en márgenes, zonas cultivadas, matorrales, pinadas no densas. Es alimento preciado de las lechuzas, zorro, gineta, que contribuye al equilibrio de estos roedores.

Zorro. Crepuscular y nocturno. De dieta amplísima. Ocupa espártales, tomillares, pinares, cultivos. Tiene mala y exagerada reputación. Se le persigue con lazos y veneno.

 

Plantas

Abundante. Reseño algunas de las que probablemente se encuentren en el Parque de Montaña, y en las que, sin duda alguna, faltaran especies interesantes, pero ello es fruto de mis nulos conocimientos biológicos, perfectamente subsanables con el estudio adecuado que el desarrollo del Parque precisa.

Amapola. Ligada a la agricultura (cereales), también en algunos baldíos, siempre en las zonas altas.

Arenaria. Abundante. Propia de matorrales.

Artemisa. Propia de matorrales áridos, en zonas degradadas. Abundante. No corre peligro.

Astrágaluz. Abundante. Propia de tomillares semiáridos degradados. En suelos notablemente degradados. No corre peligro.

Borraja. En lugares donde se acumula materia orgánica rica en nitratos y fosfatos (basureros), requieren cierto grado de humedad. En hondonadas, sitios umbrosos, casas abandonadas, puede encontrarse en zonas altas.

Bledas. De idénticas características a las borrajas. Ortigas, "guardianes". De idénticas características a las borrajas.

Lletreres. De idénticas características a las borrajas.

Manrubios. De idénticas características a las borrajas.

Malvas. De idénticas características a las borrajas.

Botja de rambla. En zonas de ombroclima seca, campos de cultivo abandonados, especialmente en los baldíos de las partidas más altas.

Manzanilla. De idénticas características a la botja de rambla.

Coronela. De idénticas características a la botja de rambla.

Bova o anea. Aparece coma masas muy densas, propias de ramblas y cursos de agua. Puede tolerar pequeños periodos de sequía, tiene cierta tolerancia a la salinidad; se encuentra en algunos barranquillos del Parque de Montaña.

Cañizares o Carrizales. Tiene iguales características a las de la bova o anea.

Juncos. Tiene similares características a las de la bova o anea.

Cantueso. Abundante, exclusivo del sector alicantino. En tomillares semiáridos. No corre peligro.

Cardos. Abundante, tanto en zonas altas como bajas. En bancales, húmedos, foietes, barrancos, cauces.

Centaula, santaula. Abundante. En lomas y laderas. No corre peligro.

Centaura. Abundante. En campos baldíos, bordes de caminos, márgenes de bancales. No corre peligro.

Brasera. De idénticas características a centaura.

Eredina saxatile. Propia de tomillares, abundante en las peñas. No corre peligro.

Escibella. Matorral de escasa cobertura, ocupa zonas las más degradadas del territorio semiáridos, en suelos de cierta salinidad, frecuente en taludes erosionados, baldíos áridos, margas desnudas, incluso en zonas yesíferas, mezclado entonces con tomillares.

Lagascana. Bastante abundante, propia de zonas margosas, yesíferas y zonas de fuerte degradación. No corre peligro.

Clasifolia. De idénticas características a la lagascana.

Llinsons. Abundante en toda clase de paredes con cierta nitrofilia.. requiere cierto grado de humedad.

---- Nugaella. Abundante. Tanto en zona alta como baja. Propia de sitios algo húmedos, tolera cierta salinidad, en cauces de ramblas secas la mayor parte del año, bordes de caminos y pistas, campos abandonados.

Hinojo "fenoll". De idénticas características a la de la nugaella.

Pebrella. No muy abundante. En matorrales bajos de la zona. No parece correr peligro.

Rabo de gato. En tomillares semiáridos, en sitios degradados. Abundante. No corre peligro.

Ravanisa o "coléjo". Herbazal de los campos de secano. Se adapta al régimen muy seco o semidesertico. Aparece después de las lluvias de otoño y se mantiene, si hay humedad, hasta inicio de los calores de verano. Abundante.

Taray. En suelos húmedos, salinos; abundante en ramblas y barrancos, en especial en zonas bajas.

Timó real. Poco abundante. Propio de matorrales en zona de montaña, preferencia en clima sub-húmedo. Amenazada por la recolección con fines medicinales y para la fabricación de aguardientes.

Tomillo. En matorrales bajos de la zona. Abundante. No corre peligro.

Viburnus tinus. Arbusto. Propio de áreas de ombroclima subhúmedo en montaña. Escaso en el Parque de Montaña. Riesgo de desaparecer.

 

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Epílogo

 

Las especies vegetales y animales relacionadas, como presuntos habitantes, o visitantes, del Parque, no responde a una realidad científica, si no meramente ilustrativa, pues, sin duda, se habrá omitido muchas seguramente importantes, otras no pertenecerán a la zona, pero intento dar una idea de lo que pudiera ser la vida en el Parque, y posible regeneración, cuidado y protección.

Ardua tarea: salvar al Parque de Montaña de un deterioro y degradación. Dura misión que tropezará con muchos obstáculos: limitación y señalización obligada para visitantes, imprescindible para evitar molestias a las poblaciones fáunicas; impedir circulación de motos y bicicletas; recogida de simientes, cuidado del vivero; toma de muestras, revisión de aparatos de la presunta estación meteorológica, solicitud de subvenciones, contacto con instituciones, centros, personas y medios científicos, y otras cuestiones más necesarias para un eficiente desarrollo cultural y científico del proyecto.

Tres finalidades fueron las que motivaron la creación del Parque de Montaña.

Primera, la de poner a disposición de todos de un Parque bello y agradable, al que con entera libertad, pero sumo respeto, pudieran acudir los amantes de la naturaleza, sobre todo la de aquellos, que por obvias razones, carecieran de posibilidad de contar con un espacio, donde satisfacer su ocio, alejados del peligro que lleva implícito el traslado a playas o parajes alejados, y fuera de su propiedad.

Esto se cumplió con creces pues la realidad superó el deseo.

El segundo, que fuera lugar a donde marcados localismos quedaran aparcados y pudiera acudir todo amante de la naturaleza, con respeto a los animales y plantas y conviviera con civismo y educación, como idea pionera de lo que podía ser la unión de dos pueblos hermanados en el trabajo y progreso, conservando sus tradiciones, costumbres y lengua.

El tercero. Soñaba con la existencia de un paraje natural al que proteger y desarrollar hasta constituir una zona de recuperación del bosque primitivo en el desarrollo de la vegetación autóctona, que a la vez sirviera para establecimiento de una que con entera libertad y protección pueda recuperarse. Para ello se consiguió la declaración de zona de seguridad.

La primera se consiguió plenamente, lo segundo y tercero está en ciernes. Y a ello obedece este estudio, que adolecerá, sin duda, de muchos defectos, pero que su intención viene a plasmar mi idea de principio y no quiero dejar pasar más tiempo sin exponerla, por si un día prospera y alguien la hace suya e intenta su desarrollo, como cosa importante, sin duda lo es.

Y por lo que a mi respecta cumplo con un compromiso moral que me impuse, y que dedico a nuestro querido Centro Excursionista Eldense y Parque de Montaña.

Daniel Esteve
Diciembre de 2000

Índice
 

Inscripción registral

 
  Preámbulo  
  Introducción  
  Capítulo I Parques
  CapítuloII La superficie
    La vegetación
    La Fauna
    La Sociedad visitante
  CapítuloIII  
  Capítulo IV  
  Capítulo V Flora
    Fauna
  Capítulo VI  
  Capítulo VII  
  Capítulo VIII  
  Capítulo IX Aves
    Anfibios
    Reptiles
    Mamíferos
    Plantas
  Epílogo  
     

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