Camuñas provincia de Toledo
Volver a apuntes

En una calle del pueblo de cuyo nombre no puedo acordarme, entre los años 50 y 60, que el año tampoco lo recuerdo, cuando llega un vecino de dicha calle a su casa, le cuenta su esposa que han estado lloviendo piedras del cielo, este buen hombre le responde que serían los chicos jugando, pero cual fue su sorpresa que al día siguiente a la misma hora volvió la lluvia de piedras a caer, entonces pensó que eso no podía traer nada bueno y se presentó en el cuartel de la guardia civil a relatar los hechos a lo que le respondieron los de la benemérita que al día siguiente irían por su vivienda a ver lo que sucedía.
Y así ocurrió, estando los agentes junto con el dueño de la casa en el patio de ésta comienzan a caer piedras de tal suerte que si no llegan a estar cobijados debajo del portal seguro que alguna piedra les hubiera caído encima.
Visto lo visto, dispone el cabo de la benemérita con muy buen criterio poner un servicio de vigilancia en la casa. En un principio el cabo pensó que era el padrastro de un vecino de la calle, vamos, que él estaba seguro que era ese señor el que tiraba las piedras a lo cual le contesta el dueño de la casa, que no hay que juzgar a nadie sin estar seguros. La primera noche de servicio de los guardias, el primer sospechoso de éstos, sale al corral a hacer aguas menores y menos mal que no le dieron ganas de hacer otra cosa para lo que hay que agacharse porque sino le hubieran dado por culpable.
Las piedras siguen cayendo todas las noches y los vecinos no estaban tranquilos, pues en cualquier momento les podía caer un canto en la cabeza a cualquiera de ellos.
Otro vecino de la calle parece ser sospechoso, y a su mujer cuando va a comprar a la tienda en lugar de arrojarle un canto le tiran esta indirecta, “Bien caras te van a salir las peras”. Pero esta señora sabía quien era el lanzador de piedras y se lo comenta a la dueña de la casa protagonista de esta historia, así que el matrimonio le comenta que si quiere ir a prestar declaración al cuartel, a lo que contestó que sí, e hizo la declaración
Gracias a esto, el cabo cambia de estrategia y monta un dispositivo diferente, los guardias civiles tienen que entrar por otra calle y atravesar cinco casas hasta llegar al tejado del supuesto lanzador, así hasta catorce noches que por fin pudieron pillarlo con las manos en la masa, estos hechos ocurrieron entre los días uno y catorce de julio.
La noche última el presunto culpable entra en su casa y le comenta a su mujer que si es que ha estado en la peluquería, pues huele muy bien, sin sospechar que el que olía bien era uno de los agentes del orden. Así que esa misma noche el vecino de la casa donde cayeron la primeras piedras, una vez que acabó de cenar le dice a su esposa que va a ofrecerles tabaco a los agentes, como había estado haciendo todas las noches desde que se inició la investigación, pero al ir a ofrecérselo en lugar de coger el tabaco, le dan un empujón que le obliga a retirarse y en ese momento escuchó una voz que dijo: “alto a la guardia civil” los agentes que están en el tejado alertan a sus compañeros para que se sitúen en la puerta de la casa y en caso de que se negara a abrir, le peguen un tiro a la cerradura.
Como era verano, la gente de la vecindad estaba tomando el fresco y se quedaron como tontos ya que nadie esperaba que fuera este vecino el que arrojaba las piedras, pues sólo lo sabían el vecino que dio la voz de alarma de lo que estaba ocurriendo, y uno de los primeros sospechosos, así que por fin el día catorce de julio de no recuerdo que año ni en que calle del pueblo, los vecinos pudieron volver a respirar tranquilos.

San Nicasio

Un día en Toledo
Autora: Emi Giménez
Si a Toledo quieres ir,
llévate una cantimplora,
lleva también alpargatas
y como no, una gorra
y además nunca te olvides
de llevar buena cartera
que allí necesitarás
buena ración de pesetas.
Cuesta arriba, cuesta abajo
que bien me lo estoy pasando
y de la madre del guía
mucho me estoy acordando.
Y si bien quieres comer
pásate por la Abadía
que aunque yo no lo he probado
me han dicho que es cosa fina.
Cuesta arriba, cuesta abajo
¡Ay! Dios me estoy escaldando
y de la madre del guía
mucho me estoy acordando.
Si a Toledo quieres ir
y verlo todo en un día
a Camuñas has de ir
y en la calle Toledillo
de cuyo número no quiero acordarme
pregunta por Isabelo
que yo te aseguro
es el mejor guía manchego.

 

El sol en la torre, enviada por F.C. Santacruz
Molino de la Unión
 
Cigüeña en la torre de la iglesia
 

Busto de Don Quijote. Autor,  Eladio
 

La Mancha, que hermosa tierra
de gente trabajadora,
de sus campos y cosechas,
de atardeceres hermosos
donde el sol el fuego lleva,
de sus altivos molinos
que con sus aspas te llevan
a tiempos de Don Quijote
de Sancho y de Dulcinea,
de castillos donde a tiempo
se libraran muchas guerras
y no importa quien ganara
y no importa quien perdiera
si los tenemos ahí
para admirar su belleza,
con iglesias que dan casa
a palomas y cigüeñas,
no les quita su valor
ni la catedral más bella
porque estas tienen vida
las otras sólo riqueza.
Enviado por un camuñero anónimo
El mejor representante de bebidas y licores de España fue Franco. ¿Por qué?
Soberano de España, Veterano de África, volvió a la patria y se hizo Fundador.
La Iglesia le hizo Decano por Fabuloso y Espléndido.
Se casó con La Asturiana y a los rojos les puso Las Cadenas.
A Carrillo le tuvo treinta años haciendo El Mono y él sin salir de La Castellana.
Unos decían que llegaría a 96, otros que a Centenario y algunos que a Ciento tres.
Magno pudo ser, mas, no le gustaba la propaganda, y sin embargo, unos decían Terry me va,
usted si que sabe, y otros Franco me va, usted si que chupa.
Juan Carlos dicen que es el futuro de España, pero no es ni Soberano ni Fundador aunque sí es Bobadilla.
Pero joderos que vive como el Tío Pepe y procede de Carlos III