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FLORENTINO CABALLERO SANTACRUZ

Homenaje a Javier Serna Avendaño

Homenaje conjunto de Jesús Yugo Quiñones y
Florentino Caballero a Javier Serna Avendaño

Dibujo de Jesús Yugo Quiñones,
texto de Florentino Caballero Santacruz

Pinchad en la imagen para verla ampliada


Florentino Caballero Santacruz nació en Camuñas el día 16 de Octubre de 1958.
Comenzó a interesarse por el mundo de las Artes Plásticas contemplando las pinturas al fresco que adornaban el interior de la caseta de la mina. De temas predominantemente eróticos, aquellas esquemáticas formas le llamaron la atención hasta el punto de tomar el tizón y añadir, él mismo, alguna obscenidad a las ya existentes en las ruinosas paredes.
No se puede decir que se le diera bien copiar dibujos de la enciclopedia “Álvarez” o láminas escolares, pero él, ajeno a sus limitaciones y ya en el albor de la adolescencia, decidió dar un salto cualitativo en el desarrollo de nuevas técnicas y se dispuso a investigar con otros materiales, con soportes diferentes. Navaja en ristre, se personó en los álamos blancos del “Modorro” sobre cuyas cortezas tubo la osadía de grabar, es de suponer que corazones, aunque el aspecto, a veces hepático, a veces neumónico, de aquellos trazos, proclamaba el fracaso de sus iniciales proyectos e intenciones.Pese a las abundantes evidencias de que la pintura nunca fue lo suyo, Caballero perseveró y, lo que es peor, persevera aún en su errada afición. Si bien pinta poco, esporádicamente y a golpe de venazo fugaz.
Florentino Caballero Santacruz
Nunca ha vendido un cuadro, tampoco lo ha intentado. Pero en el harto improbable caso de que esto ocurriera se daría la curiosa paradoja fiscal de que no se podría, honestamente, grabar semejante transacción con el Impuesto sobre el Valor Añadido (I.V.A.). Por el contrario y si existiera sería de aplicación una especie de I.V.S. (Impuesto sobre el Valor Sustraído) dado el lamentable hecho de que cuando Florentino Caballero Santacruz perpetra un cuadro, el resultado final ocasiona inevitablemente una severa devaluación del soporte utilizado.

De momento el común de los mortales vive a salvo de esta infame obra pictórica y sólo los círculos más cercanos al “artista” se ven sometidos al tormento ocasional de tener que contemplarla, cosa que hacen con heroica resignación y con un espíritu de sacrificio digno de mejor causa. Pero el mundo no puede vivir eternamente flotando entre ensoñaciones, quimeras y utopías. A veces es necesario conocer, asumir y afrontar la realidad por ingrata que sea. Tenéis que ver estas inicuas acuarelas, estos óleos ignominiosos, estos protervos dibujos para que toméis conciencia clara de lo que no se debe hacer bajo ningún pretexto.

Atabal.


Paleocristianismo

 

CURRÍCULO

-Ha pasado por la puerta de diversas pinacotecas.

-En una ocasión visitó el Museo del Prado permaneciendo más de una hora en su interior (Era gratis y esa tarde llovía intensamente)

-Hizo parte del servicio militar en la sección de obras de la Base Aérea de Getafe como pintor, especializándose en el encalado de grandes paredes, tanto a -brocha como a máquina.

 

EXPOSICIONES INDIVIDUALES:

Cero.

EXPOSICIONES COLECTIVAS:

Contando con la de la caseta de la mina, tres o cuatro (Hay que tener jeta)

CONCURSOS PREMIOS ETC...

Cero patatero.

No se facilita dirección ni teléfono de contacto porque la compra – venta de obra de este autor no será posible hasta que se establezca el ya mencionado I.V.S. (Impuesto sobre el Valor Sustraído)

 

 

 

 


 


Críticos apócrifos


Los que tenemos la suerte de gozar con tu amistad, sabemos de tu fina ironía, ese humor sutil que nos hace reír y pensar a la vez. Veo un gran acierto, en la exposición biográfica que de ti hace tu inseparable amigo Atabal. Lo he pasado realmente bien con la lectura, recordando aquella caseta de la mina en ruinas y otros acontecimientos de aquel lejano espacio-tiempo. Gracias a los dos.
No tengo la preparación ni los conocimientos suficientes para hacer crítica de arte, ni de casi nada. No obstante, al ofrecérseme la oportunidad de opinar a cerca de tu obra, no he querido dejar pasar la ocasión de hacerlo, aun corriendo el riesgo de herir tu profunda timidez. Si fuese así, espero sepas perdonar mi atrevimiento.
Voy a ello.
Se dice, que es fácil reconocer un buen cuadro o una obra de arte, solo hay que mirarlos y esperar que hablen. Debo confesaros que a mí no me vale dicha afirmación, pero claro yo no soy ni artista, ni crítico de arte. Para mí, un buen cuadro es aquel que nada más mirarlo arranca sentimientos desde lo más profundo del ser. Cuando en décimas de segundos, a golpe de vista, ese ser en potencia se convierte en ser de acto. Cuando un calido escalofrío recorre tu cuerpo como si una nota escrita en ese cuadro, hiciese resonar la melodía callada que todos llevamos dentro. Cuando los violines interiores, de repente, comienzan a interpretar la armónica sinfonía de la partitura expresada en el cuadro. Estos sentimientos, necesitan del arte, del arte con mayúsculas, ese arte que es el alimento del alma. Ese arte, que quizá Don Federico y su uña pedagógica, propiciaron en ti sin saberlo, al enviarte a la huerta a regar por unos cuantos días, y así no distraer tu mente creativa con la educación reglada y del espíritu nacional que el impartía.
Gracias por hacernos participes de tu obra pintada, en verso y en prosa.
Gracias a ti Quiñones, por que has tenido el poder suficiente de convicción para que esta página sea una realidad.
Amigo Florentino, con impuesto de valor sustraído o sin él, por favor, sigue devaluando lienzos y tableros, emborronando folios o infestando la red, pero nunca dejes de alimentar nuestras almas, por que si lo haces, solo nos quedará el amparo de matricularnos en Georgetown.

Igomo.


Florentino Caballero Santacruz _ Pintor

Encontrados en un recodo del tiempo, de la memoria
en un sendero apagado sin otra luz que las palabras
cuando éramos sueño y desencanto potencial
o quizá no, no bien recuerdo, pero éramos otra cosa;
encontrados digo, te sentí sentir con pluma y pincel
adusto, humilde y sin embargo gallardo.

Callado pero elocuente como mi abuelo
absorbí de tus horas otras perspectivas y aprendí
sentí de tus silencios imágenes de ese mundo
que empecinado buscaba vestido con ilusión impropia
y a la vez tan de mi, tan obstinadamente mía
que no me importaba volcarla en nuestros vasos de vino.

Hoy me han dicho que qué sé yo de tus pinturas
que lo diga porque dentro de unos días, ya pocos
la vida te habrá dado un año más de nuestro tiempo
hoy, yo no soy casi otra cosa que recuerdo y desenfoque
pero puedo decir que si, que sé de tu silencio meditado
del sentimiento ardiente volcado en el lienzo
de tu cotidiano elevado a ángeles danzantes
que en tierras ocres y amarillas se travestían en molinos
blancos y etéreos encaminándose al cielo.

Rafael Alonso

Parla, 10 de octubre de 2004

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